Violencia es
mentir, reza el ya clásico tema de rock nacional de Los Redonditos de Ricota. Y
lo que pasa en el PAMI Rosario es una clara muestra. Primero fue el despido de
la referente sindical de los odontólogos que cuenta con fueros gremiales, en el
marco de una negociación por condiciones de trabajo en la cartera laboral
nacional. Le siguió la exposición mediática de supuestas situaciones
irregulares que lo justificaban y que no fueron esgrimidas en su telegrama de
despido, donde dice textualmente que Sánchez prescinde de sus servicios sin
expresión de causa.
Luego vino
la frase emitida por María Milva del Rosario Sánchez en una reunión con
referentes sindicales: consultada sobre por qué no reincorporaba a Cáceres dijo
“porque no”. Después de ese encuentro la Directora de PAMI hizo circular supuestas
denuncias por coacción contra referentes sindicales, que de confirmarse serían
un espejo de lo sucedido en Río Negro con el referente estatal Rodolfo Aguiar y
su Secretario Adjunto. Ya no basta con despedir y reprimir: los conflictos
laborales pasan a la justicia penal criminalizando la protesta.
Pero la cosa
tampoco quedó ahí. “Dados los acontecimientos de ayer y la sucesión de hechos
violentos, por parte de grupos sindicales y
otros les solicito se arbitren las siguientes medidas: 1) Se inhabilite por
cierre de puertas los ascensores del segundo piso; 2) Se disponga la presencia
de un miembro de vigilancia en el segundo piso al finalizar la escalera, el que
deberá interrogar a las personas que acceden al segundo piso el lugar al que se
dirigen y para qué tipo de trámite, requiriendo la autorización del sector
pertinente antes del acceso”, dice la nota firmada por la Directora del PAMI,
dada a conocer por los trabajadores.
Además de
tabicar los ingresos, en el marco de un acto realizado el pasado lunes, Sánchez
desplegó cuatro camionetas de Gendarmería Nacional en la puerta del Instituto
ubicado en San Lorenzo 926. En esa ocasión los agentes permanecieron dentro de
las camionetas, incluso muchos de ellos durmiendo. Pero este viernes los
gendarmes ocuparon directamente el ingreso, obligando a los manifestantes a
cortar la calle para poder expresarse. Tan desorbitado fue todo, que ya
terminado el acto llegó otra camioneta con una decena de gendarmes más que
marcharon en fila al encuentro con sus pares. Al llegar, vieron el panorama y
se volvieron caminando despatarrados, con expresión de cierta frustración.
Llegan los
refuerzos
El enojo, la
bronca y también el dolor de todos los presentes por la imagen que mostraba la
obra social de los jubilados esta mañana fue enorme. Potenciada además por dos
eventos terribles que esta semana sacudieron a la comunidad: la quita de los
servicios de salud a Combatientes de Malvinas –que dicho sea de paso tienen una
placa de reconocimiento en el ingreso a la UGL IX- (VER CARTA PÚBLICA DE LOS
VETERANOS), que el miércoles definieron ocupar pacíficamente el edificio; y el
suicidio del jubilado en la sede marplatense de Ansés, que fue un cuchillazo en
el corazón del país.
Por eso se
hizo insoslayable contextualizar la situación del despido de la referente del
Gremio Odontológico Argentino tras 15 años de prestar servicios en PAMI. La
intervención permanente, el vaciamiento del Instituto, la privatización de las
prestaciones, los policlínicos propios
“prácticamente parados”, la falta de atención en localidades como San Lorenzo
donde una jubilada murió por un edema de glotis, la precarización laboral y la
falta de profesionales y personal en general son parte del panorama.
Sandra
Silvetti
“PAMI es la
obra social más grande del país, maneja el quinto presupuesto en importancia a
nivel nacional y brinda cada vez menos y peores servicios. Acá no falta plata,
faltan definiciones políticas que les devuelvan el derecho a la salud a los
jubilados. El PAMI Rosario está dirigido por una troupe de incompetentes e
indolentes que tienen plena responsabilidad de lo que ocurre. Faltan
medicamentos, faltan camas de internación, y el servicio de emergencias que
contrata PAMI es pésimo. Esta es una nefasta administración de la Directora
incompetente Milva Sánchez, que en vez de dar respuestas pide el apoyo de
Gendarmería para amedrentar a los trabajadores que nos organizamos y luchamos
porque un PAMI mejor es posible. Queremos una obra social que garantice el derecho a la salud y no el
negocio de la enfermedad”, expresó con clara indignación la referente de la
Junta Interna de ATE en PAMI, Sandra Silvetti.
Ante esto el
grito fue uno: “¡que se vayan todos!”, exigiendo la renuncia de toda la plana
de abogados que dirige hoy PAMI, empezando por Sánchez. Además, se convocó a la
marcha del silencio que se realizará el miércoles próximo a la mañana en San
Lorenzo, organizada por familiares de la jubilada fallecida por no encontrar un
sanatorio que la atienda.
Doble
discurso
Pese a que
en el telegrama de despido de Norma Cáceres no se aduce causa, en sus
apariciones mediáticas Sánchez contó situaciones que justificarían el despido.
Nunca esgrimió esos argumentos formalmente y menos en las reuniones.
Lo que sí
reconoció en notas televisivas fue que las cápitas que se les paga a los
profesionales, hoy en $12, estaban
desactualizadas y debían aumentarse. Pero en las reuniones en el Ministerio de
Trabajo no lo hacía con esa claridad y mucho menos parecía comprometerse en la
rectificación de los montos. “Nosotros siempre que planteamos que los costos no
cerraban, nos dijo que eso depende del PAMI central. Después de las reuniones
en el Ministerio incluso intensificó las auditorías para perseguir compañeros y
aplicar multas no menores a cinco mil pesos. Hasta sancionó a compañeras
enfermas y recientemente convertidas en mamás”, contrapuso Cáceres.
Llegó el
cheque de marzo
La cereza
del postre es que ya siendo notificada del despido, Cáceres recibió por estos
días un cheque. No era su indemnización porque PAMI no la reconoce como
empleada. Era un cheque fechado el 27 de junio, día del Trabajador del Estado,
que pagaba $135,97 por prestaciones dadas en el mes de marzo. Una muestra
práctica de la reiterada frase “nunca sabés cuándo te paga el PAMI lo que estás
haciendo en su nombre”, tan escuchada en los profesionales.
La Directora
de PAMI había prometido una respuesta para el día de ayer en torno a la
situación de la Delegada Provincial del GOA. “Vinimos hoy a buscarla, a pedir
la normalización del instituto y mi reincorporación y nos encontramos con
Gendarmería en la puerta. Evidentemente seguimos en una situación de capricho”,
consideró la odontóloga que fue despedida siendo único sostén de hogar.
Esta mañana
un jubilado llegó con su bastón a la sede de PAMI mientras estaba la
manifestación. Venía mirando para abajo, como muchos de los adultos mayores que
va sabiendo que los turnos son para varios meses adelante. Se topó en el suelo
con una bota y levantó la vista abriendo grande los ojos. El uniformado dejó
por un momento su gesto adusto amenazante y esbozó un apretón de labios
mientras inclinaba la cabeza habilitando el paso. Ese instante en que un
jubilado pidió permiso a un gendarme para ingresar a su obra social, fue quizás
la imagen más simbólica de la jornada.