“Lo que buscamos es que no haya impunidad. Hace 30 años luchamos por la verdad y la justicia. Si bien hay que reconocer que este es el único país de Latinoamérica donde los represores están sentados en el banquillo de los acusados, algunos juicios se dan con desilusiones por condenas que no son las correspondientes”, dijo Nora Cortiñas, Presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, minutos antes de que se lea la sentencia. Y casi fue como un presagio, porque finalmente la condena no fue la que se esperaba. “La decisión política de que estos crímenes sean juzgados de manera firme no fue acompañada por estos jueces. Seguiremos peleándola de todos modos. Hace 25 años que estamos en este camino, que es el que elegimos para nuestras vidas”, aseguró Zulema Chester, hija de Jacobo Chester (detenido desaparecido del Hospital Posadas, donde trabajaba).
Al inicio del juicio, llevado por los magistrados Pablo Daniel Bertuzzi, Rodrigo Giménez Uriburu y Jorge Luciano Gorini, también estaba entre los acusados el civil Argentino Ríos, pero el proceso contra él se suspendió por razones de salud. Bignone, que ya cuenta con dos sentencias a cadena perpetua, recibió en julio pasado el beneficio de arresto domiciliario por su avanzada edad, la misma condición de la que goza Mariani, mientras que Muiña continuará detenido en la prisión bonaerense de Marcos Paz. “Como dirigente de ATE nacional y trabajadora del Hospital Posadas tengo una indignación tremenda. Es increíble que todavía la justicia siga teniendo tan poca sensibilidad como para no poder sancionar y darle perpetua y cárcel común a estos genocidas”, aseguró Silvia León, Secretaria de Organización del Consejo Directivo Nacional de ATE.
Mariani era jefe de la Brigada Aérea de El Palomar, y ya fue condenado a 8 años de prisión como jefe de la llamada “Mansión Seré”, pero llegó en libertad a este juicio. Ahora fue condenado por la privación ilegal de la libertad agravada de Gladis Ester Cuervo, una enfermera sobreviviente y querellante, torturada en la base. “Me torturaron en el chalet, fue horrible. Después me pasaron a una casa en construcción en la base aérea del palomar. Estuve allí hasta el 22 de enero, 58 días secuestrada”, contó Gladis, quien fue testigo en la causa, sobre el tiempo que estuvo secuestrada a partir de noviembre de 1976.
Esta es la tercera condena que recibe Bignone, de 85 años, quien ya tiene dos perpetuas. El ex general de división fue el último presidente de facto: hace 28 años entregó la banda al primer mandatario de la entonces restaurada democracia, Raúl Alfonsín. Durante su gestión, a cargo desde el 1 de julio de 1982 hasta el 10 de diciembre de 1983, dispuso por decreto la destrucción de documentos sobre la represión ilegal y dictó la ley de auto amnistía por la cual se perdonaban los crímenes perpetrados por los militares.
Tanto Ríos como Muiña integraban el autodenominado «comando de seguridad interna» del hospital, situado en la localidad de Haedo, a 20 kilómetros de la Capital Federal, donde funcionó el centro clandestino de detención y tortura conocido como «El Chalet». Allí fueron retenidos varios trabajadores del hospital. El propio Bignone, en su condición de representante de la Junta Militar en el área del Ministerio de Bienestar Social, intervino el hospital el 28 de marzo de 1976, en un operativo que abrió paso a una etapa de «detenciones anómalas» basadas en informes del Ejército para «descubrir actividades subversivas», según la Fiscalía.
A futuro
Silvia León: “Lo que rescato es la lucha. Los trabajadores que han vivido todas las persecuciones y han puesto el cuerpo y la vida para llegar a este momento, para poder continuar peleando. Lo importante es la vivencia que produce este gran esfuerzo y que logra mantener vivo para toda la sociedad el recuerdo de esas atrocidades que se vivieron en la dictadura. Tengo orgullo por ser trabajadora de este hospital que pelea y tengro un gran agradecimiento para los compañeros que han puesto el cuerpo con sus denuncias y su fuerza. Vamos a seguir peleando para que haya realmente justicia en nuestro país. Al mismo tiempo se abre otra instancia porque en el hospital todavía quedan algunos personajes dudosos que han tenido participación en aquella época.”
Zulema Chester : “La lucha sigue por todos lados, generando conciencia, contando lo que pasó, reivindicando a los compañeros y pidiendo cárcel común, perpetua y efectiva para los genocidas, ya que eso es lo que son y lo que se merecen.”
Gladis Cuervo: “Esperamos que en un segundo juicio sobre lo que pasó en el Posadas se consideren delitos algunos que aquí no fueron considerados. Y así poder llegar a condenas más elevadas.”
Marcelo Graci, Coordinador del área de DDHH de ATE Capital Federal: “Desde DDHH del CD Capital Federal venimos acompañando la mayoría de los juicios en sí. Venimos organizando jornadas para concientizar a los compañeros, a todos aquellos que se quieran acercar, convocando a Madres de Plaza de Mayo, a querellantes, a ex detenidos desaparecidos. Estamos trabajando en generar conciencia, en recuperar la historia de los compañeros de ATE que fueron víctimas del terrorismo de Estado.”
Darío Silva, Secretario General de ATE- Morón: “La responsabilidad como organizaciones es estar adelante en la lucha. Tenemos que seguir organizándonos para seguir reclamando justicia. La responsabilidad es enorme, tenemos que estar siempre al frente de estos reclamos, no aflojar nunca.”
PRENSA ATE – 29/12/2011