Miriam Liempe, de la Secretaría de Relaciones con los Pueblos Originarios de la CTA apuntó: “Este genocidio silencioso, porque no se visibiliza, es el que pasa como un accidente más, se lo caracteriza como violencia callejera cuando en realidad es una consecuencia del racismo que existe en esas provincias”.

“Estamos en una situación de urgencia. Desde los Pueblos estamos tomando el termómetro a los últimos acontecimientos y la cuestión se ha agravado. Como Pueblo ya estábamos advirtiendo esto desde el año pasado, con varios conflictos. Uno de los que más se visibilizó fue el del hermano Félix Díaz y de su comunidad, La Primavera, que tuvieron que contar con muertos para poder ser escuchados luego de cinco meses de acampe en la Avenida 9 de Julio. La promesa fue una mesa de diálogo que ya lleva más de un año en el que no se ha cumplido con las soluciones que necesitamos”, agregó Liempe.
Entrevista con la compañera:
– ¿Con quiénes se encontraron durante ese año?
En aquella oportunidad los diferentes ministerios pasaron por el acampe qom a hablar con el hermano Félix y la comunidad pedía una entrevista con la presidenta. Porque desde un punto de vista cultural, las comunidades siempre buscan hablar con la persona que está a cargo de los pueblos. Eso es, por ejemplo, de un cacique a otro cacique, es normal pedir hablar con quien está a la cabeza de un pueblo.
Por eso, desde su punto de vista cultural entendían que la presidenta debía recibirlos. Hubiese sido un gesto muy loable de su parte hacerlo, tenían muchas expectativas los hermanos, no imaginaban un acampe de cinco meses en la Avenida de Mayo y 9 de Julio. Tenían un marco referencial de un momento en el que se hablaba de derechos humanos y creían que por fin estos derechos iban a llegar a los Pueblos. Vinieron muy ilusionados a buscar soluciones a la Capital y eso no sucedió.
Con mucho dolor levantaron el acampe, pero con la promesa de que iban a tener un acompañamiento a nivel nacional para llevar soluciones a su provincia, gobernada por Gildo Isfrán que no los ha escuchado, al contrario, los ha silenciado e incrementado la violencia hacia la comunidad. Nosotros participamos en esa mesa de diálogo y la verdad es que nos horrorizamos al ver que estábamos tan endebles institucionalmente.
Expresamos que no veíamos reflejada la voluntad política de encontrar una solución. Si bien estuvimos participando durante un año de esta mesa en la Casa Rosada con las Madres de Plaza de Mayo, el CELS, el SerPaJ y otras organizaciones de Derechos Humanos, no pudimos encontrar una solución real al problema del territorio del hermano Félix.
Eso se agravó cuando el hermano Félix fue elegido qarashe, que significa “líder junto a su pueblo” y es la persona que representa a su comunidad. Fuimos partícipes también de este proceso de la comunidad, que delegó en él la responsabilidad de ser el interlocutor entre sus necesidades y las cuestiones políticas que estaban sucediendo.
No fue respetado por la provincia y eso incrementó la violencia. Dividieron a la comunidad, porque eso también hay que decirlo: hay hermanos que son afines a los gobiernos de turno y en este caso al de Gildo Isfrán. Eso agudizó la violencia dentro de la comunidad. Junto a ese grupo de hermanos cercanos a Isfrán hay criollos que hace años han cedido las tierras a los hermanos en comodato 03:35, no es que se las hayan regalado, y ahora no los pueden sacar.
Esas son sus problemáticas, cuando ellos reclaman sus derechos no se cumplen. Esto se agudizó en muertes, que es lo que nos preocupa mucho, que se ha naturalizado la muerte. No sólo de ancianos, ya han muerto niños, están muriendo adolecentes, ya no tienen miramiento por dónde va la muerte.
Nosotros somos pueblos que naturalmente respetamos la vida; y el reclamo de los territorios es para la preservación de la vida. Los hermanos reclaman los territorios para cuidarlos, porque tienen un sentido de pertenencia no de un territorio como propiedad privada, sino de la comunidad. Un territorio que va a pasar de generación en generación, por eso resguardamos el medioambiente. Entonces esa cosmovisión, esa filosofía de vida choca con otras filosofías económicas, para las que la tierra es un bien y es una propiedad.
Esa es la esencia del conflicto. Cuando hay avances sobre los territorios de las comunidades que tienen riquezas debajo, comienzan los problemas. O sea, todo bien, pero mientras no reclamemos nuestros territorios; mientras digamos sí al avance de la soja; hasta que decimos No a la minería a cielo abierto.
Hoy estamos en otra situación. Si bien hay muchas muertes, muchos compañeros están tomando esa conciencia de clase, esa conciencia humana o de vida que nos están acompañando. Vemos que se van a agudizar los problemas territoriales debido a los avances de los proyectos políticos sobre los treinta y dos o cuarenta pueblos originarios que existen en la Argentina. Este gobierno ha planificado una ampliación de la frontera sojera, la minería a cielo abierto, la extracción de petróleo con fracking que es tan violento para la tierra.
Todo esto está en contra de nuestra filosofía, nosotros solamente queremos salvaguardar la tierra, no sólo para los pueblos originarios que existen hoy en nuestro país, sino también para todos los seres que componen esta Argentina.
– ¿Por qué pensás que en el norte argentino esta disputa se da con tanta violencia?
Porque justamente los hermanos del norte tienen características de pueblo con otra temporalidad, diría yo. Yo pertenezco al Pueblo Mapuche y nosotros tenemos una característica de resistencia inmediata frente al avance sobre nuestros territorios. Es muy agradable estar en las comunidades de los hermanos del norte, porque ellos tienen otros tiempos, otra paciencia cuando avanzan sobre los suyos.
Pero lo que he notado también y he comentado con los hermanos, es que cuando uno piensa por qué la violencia es la característica en esas comunidades, se puede hacer una comparación con lo que sucede aquí en los barrios y en las villas. Personas que están negadas, silenciadas, que no tienen oportunidades y encima avanzan sobre sus lugares, es algo así como una “anomia social”. Y esta anomia permite que la persona llegue a creer que esto le ha sucedido naturalmente.
De cualquier manera, los pueblos no pierden su memoria. Tal vez lo que ha sucedido en el norte es que los hermanos han tenido otro tiempo para interpretar la relación entre las nuevas culturas y ellos. Pero la resistencia de su identidad, de quiénes son, no la han perdido. Ellos tienen su idioma, algunos de los hermanos no hablan el español y eso es una dificultad para comprender las leyes del Estado o de los gobiernos de sus provincias.
– ¿Qué va a pasar en la actividad de hoy?
Estamos en un plan de lucha de varios pueblos, solidarizándonos con ellos. Sobre todo estamos aterrorizados con la muerte de Irmer Flores, la forma en que lo mató un grupo de criollos con una mala disposición hacia los hermanos, que lo golpeó y lo más aberrante fue que despellejaron su insignia de pertenencia al pueblo qom. Cuando los niños son jóvenes los tatúan con la insignia de su cultura, lo identifican. Y se nota ese racismo cuando a Flores se la despellejan, su padre reconoce el cuerpo justamente cuando le busca esa insignia. Eso es muy doloroso y aberrante. Habla del dolor de los padres pero también del racismo que existe hacia los hermanos.
Es la séptima muerte que ellos están teniendo en su comunidad. Muertes de jóvenes y de niños. Este genocidio silencioso, porque no se visibiliza, es el que pasa como un accidente más, se lo caracteriza como violencia callejera cuando en realidad es una consecuencia del racismo que existe en esas provincias.
Estamos horrorizados por lo que pasa en la comunidad qom del hermano Félix, donde en el último mes murieron cuatro miembros: una abuela, una bebé y dos jóvenes.
Esa violencia que se ha desatado hacia el interior de las comunidades tiene un por qué. Nosotros sabemos que no es casual, que no son accidentes, sino que hay causalidades.
Entonces mañana nos juntamos a reclamar por estas muertes, puntualmente por lo que pasó por el hermano Irmer. Pero los hermanos también vienen a reclamar por todas las demandas de los pueblos postergados, por todos los derechos que tenemos ganados y que no tienen aplicación.
– ¿Cuáles son esas demandas?
Que se cumpla y respete el Artículo 75, inciso 17 de la Constitución que habla de los derechos de los Pueblos y de su preexistencia. También vamos a ensalzar el Convenio 169 de la OIT que habla del respeto de los Pueblos, que se les informe si va a suceder algo en sus territorios y que se resguarden sus derechos ancestrales.
También estamos exigiendo que el Estado Nacional instruya a los diferentes ministerios, -es un plan de lucha que propone una Junta Indígena Nacional-, para articular con carácter de urgente con los gobiernos provinciales correspondientes a cada zona de conflicto, para solucionar en concreto las problemáticas de los territorios.
También que se forme una mesa de diálogo puntual, porque nosotros estamos hablando de muertes, no queremos que queden impunes. Que se declare una emergencia nacional de protección y seguridad para las comunidades de los pueblos indígenas.
– Hoy, ¿dónde y a qué hora se reúnen?
Nos vamos a estar convocando a las 17 horas en Avenida de Mayo y Bernardo de Irigoyen. Acompañan diferentes organizaciones sociales, la CTA y los pueblos que están aquí en la Ciudad de Buenos Aires.
Pueblos originarios: Reunión con el secretario de DD.HH de la Nación
“Lo que nosotros queremos es la devolución de la tierra”
Ayer en horas del mediodía, el qarashe (líder) Félix Díaz de la comunidad qom, mantuvo una audiencia con el Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda. Entre otros, participó de la entrevista Verónica Huilipan, secretaria de Relaciones con los Pueblos Originarios de la CTA.

Junto a diferentes organismos de derechos humanos se solicitó al funcionario una rápida intervención política del Gobierno Federal en la provincia de Formosa, tras los últimos asesinatos a miembros de la Comunidad “La Primavera”.
Dicha intervención deberá también tener “la voluntad política” de hacer valer el derecho constitucional que tienen los pueblos originarios sobre las tierras en donde viven y donde hoy se ven perseguidos, asesinados y amenazados sin respiro. La próxima reunión para viabilizar la resolución del conflicto será el miércoles 30 de enero a las 11 horas.
Ayer a las 13.00 el líder de la Comunidad qom, Félix Díaz, mantuvo un diálogo con el Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, con el fin de encontrar una solución a la ola de asesinatos que sufre actualmente la comunidad Potae Napocna Navogoh (La Primavera) en la provincia de Formosa. También reclamaron por la tierra, el agua, la salud, la vida.

En dicho diálogo tres integrantes de la comunidad qom, Félix Díaz, Pablo Asijak y Rafael Justo fueron acompañados por miembros del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, la Agrupación “Resistencia qom”, Amnistía Internacional, APDH, Verónica Huilipan de la Secretaría de Relaciones con los Pueblos Originarios de la CTA, y representantes de la Defensoría del Pueblo y del Ministerio Público de Defensa.
A lo largo de tres horas de diálogo, donde se recalcó la novedad de ser la primera vez en que se coordina un acompañamiento de todos los organismos de derechos humanos en los reclamos de la comunidad qom, Fresneda dijo estar al tanto de todos los episodios graves, “pero no de los pormenores” de la realidad actual que sufre la comunidad y dijo haber “venido a escucharlos.”
“En la medida que pueda apuntar a la resolución de los conflictos, lo voy a hacer” –expresó- y dijo tener “un compromiso militante” con los derechos humanos, además de como secretario de Derechos Humanos.
A su vez, Félix Díaz, vocero de la comunidad qom, expresó concretamente: “Sabiendo que el problema es grave ¿qué es lo que se está haciendo? Eso queremos saber. La falta de voluntad política se dilata en el tiempo. Y mientras tanto, se van eliminando personas, integrantes del Pueblo qom. ¿En qué lugar nos encontramos dentro del Estado?” -interrogó-.
“El tema territorial es un tema central y hay silencio por parte de los organismos que tienen competencia. Las instituciones para la comunidad aborigen ¿dónde están? En este momento de tanto dolor, venir hasta acá es con mucha expectativa de que esto se solucione.”
Félix Díaz explicó al secretario de derechos humanos que “desde el diálogo de 2011 hasta finales de 2012 no se ha solucionado nada. Y siguen muriendo hermanos y habiendo problemas de agua y consecuentemente, de salud.”
“El problema es territorial” –expresó el qarashe de los qom – “mientras no se solucione va a seguir habiendo problema. El reclamo es la devolución del territorio con los recaudos necesarios para que la comunidad siga viviendo dignamente. Y lo desesperante es la persecución que se está haciendo a mi familia. Ya tenemos cuatro muertos con la medida cautelar ¿Quién se anima a decir qué es lo que está faltando para resolver este problema? Juntos venimos a exigir respuesta a éste problema. Si no ¿cómo puedo dar respuesta a mi pueblo? A través del diálogo; la base para poder conocernos, qué es lo me pasa y qué es lo que le pasa a las instituciones. Llego hasta acá sin ser escuchado. ¿Qué autoridad puede intervenir?”.
En respuesta a éste reclamo Fresneda replicó que “son muchos los puntos y yo tengo la sensibilidad y la comprensión con el caso.” Y solicitó “un punteo de la problemática de ustedes de mayor a menor para profundizar el problema territorial. Entiendo que las muertes fueron en función del problema territorial”.
Rafael Justo, de la comunidad qom, explicitó al funcionario: “Te pedimos facilitar todos los trámites. Hemos acudido al INAI ( Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) y al Ministerio de Desarrollo Social, pero la mentira nos perjudica. El gobernador sabe que el agua está contaminada. Que vayan los técnicos a comprobar. El tema de la salud, que es uno de los problemas con el tema del agua, a su vez tiene que ver con el territorio: el indígena que antes bebía agua del charco ahora no puede porque está contaminada. Y donde antes pescaba ahora es privado. En los hospitales no tenemos pediatras. No tenemos nada”.
Por su parte, Pablo Asijak, padre del joven qom de 16 años asesinado recientemente, expresó: “No están resolviendo nuestra situación. Yo estoy llevando la carga a pesar del hijo que me mataron. Hasta en este momento somos perseguidos. Hay que canalizar lo que pide Félix, lo que está atrás de todo esto. Lo más triste del informe de la policía es que dice que nosotros pudimos conversar con nuestro hijo. ¿Cómo puede hablar alguien inconciente? Ahí me di cuenta: acá, a partir de hoy, estamos solos. Estamos huérfanos. Vamos a seguir muriendo. Ahí van a llegar los derechos humanos”.
Pablo Pimentel, de la APDH, agregó al pedido de la comunidad: “Falta una decisión política. Con el mayor de los respetos tenemos que aplicar los derechos humanos acá, para dar vuelta la página de lo que todos los gobiernos han hecho con respecto a los pueblos originarios. Hubo un espacio de diálogo que no se valoró, y atacar el tema de fondo es una decisión política”.
Por su parte, Fresneda, reconoció tener claro que “esto atiende a las corporaciones, porque pierden guita a lo loco al devolver la tierra a los pueblos originarios. Esto lo tengo clarísimo”. Y pidió nuevamente “desagregar los conflictos, ir evaluando uno por uno para trabajar sobre las medidas cautelares y la Gendarmería.” “Hablar con el gobernador (de Formosa) puede traer problemas entre Nación y provincia”, -explicó- y dijo estar dispuesto a que “reaunudemos el diálogo”.
Finalmente, Verónica Huilipan, secretaria de Relaciones con los Pueblos Originarios de la CTA e integrante del ODHPI (Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos Originarios) expresó: “Nos están entregando al mercado. Los mayores enemigos de los pueblos originarios son los gobiernos provinciales. Esto es lo que irrita: que es consecuencia de una definición política. Pero, entendiendo la cuestión de fondo, se necesita un gesto, solo un gesto. Y nosotros vamos a colaborar para que se entienda la pluralidad. No queremos gendarmes en la zona porque son los más racistas, los más anti-qom. ¿Qué órgano técnico puede ir a controlar qué pasa con la obra, si el agua está contaminada, con qué está contaminada? ¿Qué condiciones habría para que acompañe a la comunidad en ese sentido?”.
“Nosotros necesitamos que en el corto plazo se haga la intervención de la provincia” -solicitó Pablo Asijak- “Pueden matarme directamente a mí. La única salida es que se intervenga. El pueblo va a estar feliz. Queremos que nuestros hijos sean respetados. Que la comunidad sea respetada”.
A lo que Rafael Justo agregó: “Lo que nosotros queremos es la tierra. La devolución de la tierra. Están pisoteando los derechos humanos y los derechos indígenas. Ahora la tierra en la cual nosotros vivimos la consideran fiscal. Esa es nuestra preocupación. Y según la Constitución Nacional es nuestra. Pero no se ha hecho nada. Cómo me gustaría que todas las instituciones encargadas de dar solución a los problemas indígenas estuvieran acá, resolviendo los problemas. Nosotros que vivimos ahí, somos parte de esta naturaleza, somos qom argentinos. No saben el valor que nosotros damos a esta tierra, a la madre tierra. Cuando nos sacan un pedazo de tierra es como si me sacaran un brazo. Nadie escuchó el reclamo de la comunidad. Cuando cortamos la ruta dicen “otra vez estos indios”. La inseguridad quiere adueñarse de los nuestro. Existen las leyes, peo no se aplican. Queremos que se vaya la inseguridad. Queremos ser libres. Que se nos respete como ciudadanos argentinos, como lo que somos. La integridad física de los pueblos, no sólo los indígenas”, concluyó.
Fuente: Agencia CTA (www.acta.org) – 24/01/2013