El Centro Nacional de Jubilados y
Pensionados de ATE (CNJyP) y el Consejo Directivo Nacional manifiestan su profundo
pesar por el fallecimiento de nuestro compañero, Elías Moure, ocurrido en el
transcurso de la semana pasada.
Ochenta y dos años sembrando
caminos. Nacido en la “década infame” en
un hogar rebelde ante las injusticias, siempre agradeció a sus padres haberlo
criado en la solidaridad y en la lucha por una patria justa.
Trabajador bancario a partir de
fines de los años 50, apenas mayor de edad. Conocedor de sus derechos, con
profunda identidad de clase. Solidario, organizador colectivo.
A poco de comenzar su militancia,
en tiempos de pactos políticos incumplidos entre protagonistas de la historia
sesentista, fue cesanteado del Banco Provincia. Por 1959 se sumó al plantel de
la envasadora de oxigeno líquido La Oxigena, donde prosiguió su vocación
sindical solo pensando en la defensa de los derechos adquiridos siendo electo
delegado general, y sin abandonar su lucha por la reincorporación que logra con
la llegada de Cámpora al gobierno, y volviendo a ser perseguido y despedido con
la caída del gobierno tras el golpe militar genocida de 1976.
No descansará en la justa reclamación
de sus derechos, ni dejará de hacerlo con sentido social, tanto en el propio
ámbito laboral, como en la calle.
Una vida sembrando caminos.
Camarada, compañero y amigo, de todos aquellos que se encolumnan en la
resistencia frente a las injusticias, sabía señalar “no hay que contar los años, sino que hay que contar los amigos que uno
tiene y lo acompañan desde la diversidad ideológica con objetivos
comunes”.
Pionero en la organización de los
trabajadores jubilados, no solo de su sector
laboral de origen, sino en un plano más amplio y colectivo, en la lucha
por el 82% móvil, presencialmente activo en las marchas de los jubilados.
Su lucha se
emparenta a la creación de la CTA, de cuya dirección formó parte, siendo
congresal nacional hasta su deceso. Fue actor central en la conformación del
Plenario Permanente de Organizaciones de Jubilados y la creación de la
Federación Nacional de Jubilados y Pensionados de la CTA (FETRAJUB), que llegó
a presidir. Además participó en el Foro en Defensa de la Seguridad Social, el
Movimiento en Defensa del Banco Provincia de Buenos Aires, y en el orden
internacional impulsó la consolidación de la Confederación Latinoamericana de
Jubilados y Pensionados, CLAJUP, junto a otro imprescindible, el dominicano
José Gómez Cerda. En los años de Amancio Pafundi al frente del CNJP de la ATE
fue su “co equiper” en una impecable gestión reivindicativa institucional.
En 1995, junto a
otros miembros del Plenario Permanente denunció ante la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos de la OEA, la violación de los Derechos Humanos de los
Jubilados, denuncia que aún sigue vigente.
Padre presente.
Compañero de amores, compromisos y pasiones de su compañera actual, ambos
jubilados activos, ella supo seguir su hoja de ruta, acompañar sus latidos,
interpretar sus penas, trasmitir su legado, abrazar y abrazarse a su causa. Una
pareja complementaria. El “anillo al dedo” a la vuelta de la vida, cuando
seguía construyendo el ir, por lo que nos corresponde luego de haber
contribuido al crecimiento de la Patria.
Fue presidente
de la Caja de Jubilaciones del Banco Provincia por dos periodos consecutivos
entre 2008 y 2012, en que lo sucediera su compañera.
Entre muchos
reconocimientos de lo que fuera sujeto, Elías Moure en 2011 fue distinguido por
la Legislatura porteña como “porteño mayor destacado” por su vida
dedicada a la lucha de los derechos humanos de los jubilados.
En Octubre de
2014, recibió el reconocimiento a su trayectoria por parte de “Unidad Popular”.
Su estado de
salud entrará en una curva descendente a partir de 2015, sin que ello lo
desmovilizara mentalmente hasta su último respiro.
“No somos
viejos. Tenemos juventud acumulada” fue uno de los dichos más
popularizados de Elias. Este periódico del CNJP de la ATE, tomo parte de
aquella frase como identificación. “No
somos viejos, tenemos juventud acumulada” ha sido la definición con la
que se identifica desde 2012 el grupo de teatro de adultos mayores “Alas de
Vivir”. Gracias Elías por Honrar la vida”