ATE se reunió con la Defensoría del Pueblo de la ciudad de
Buenos Aires para plantear la grave situación que atraviesa la Agencia Nacional
de Discapacidad (Ex Comisión Nacional de Pensiones). En abril de este año hubo
60 despidos y se cerraron oficinas de atención en Necochea y Tres Arroyos.
Además, se agudizó la demora en el otorgamiento de las pensiones no retributivas
a las personas con discapacidad.
Del encuentro participaron Silvia León, Secretaria de
Organización de ATE Nacional; Carlos Ferreres, Director del Departamento de Discapacidad
de la CTA-A; Walter Pignataro, delegado general de la junta interna de ATE
Pensiones; y Valeria Manzotti, miembro de la misma junta. Asimismo, estuvieron
María América González, Defensora Adjunta y Silvina Pennella, secretaria
general del organismo.
León ponderó el compromiso de la Defensoría con la
problemática y ratificó la decisión de acercar información, desde lxs trabajadorxs,
para que el organismo realice un pedido de informes y una recomendación hacia
la Agencia.
“Solicitamos esta reunión desde ATE Nacional porque entendemos
que la actual situación en la Comisión Nacional de Pensiones afecta al bien
común, no solo de lxs trabajadorxs sino de la población en su conjunto, que ve
cada vez más frenada la posibilidad de acceder a este derecho”, expresó la
dirigente.
Por su parte, Manzotti informó que mientras que antes la
demora, desde la solicitud hasta el otorgamiento de la pensión, era de entre 8
meses y un año, ahora el atraso llega a los dos años. Y detalló que hay 175 mil
trámites en circuito, muchos de los cuales ya estaban en etapa de resolución y
que retrocedieron a al área de determinación de derechos.
A este cuadro se suman las 117 mil pensiones suspendidas en
2017, de las cuales solo se reactivaron 39 mil.
“El organismo fue devastado progresivamente. De 13 mil
pensiones que se otorgaban al mes, hoy se están finalizando un promedio de 3
mil”, explicó la trabajadora y agregó: “La gente viene desesperada. Tuvimos una
persona que se cortó las venas y otra que se encerró en el baño y se trago una
shilet. Siempre somos lxs trabajadorxs los que damos contención”.