El primer expositor,
Julio Urien -Teniente de Fragata (retirado), ex Presidente de Astilleros Rio
Santiago y Presidente de la Fundación Cultura del Agua- analizó la situación de
las Fuerzas Armadas (FF.AA.) desde el retorno a la democracia en 1983 hasta la
fecha. En este sentido señaló retrocesos, como la desarticulación de sectores
productivos durante la década del 90´ (Fabricaciones Militares, por ejemplo) y
la falta de un avance en la reestructuración de las Fuerzas en sí. Y a su vez destacó
progresos tales como la conducción civil y política de las FF.AA., y el avance
en un trabajo conjunto con Fuerzas Armadas de otros países en la región.
Por otra
parte, y ante la carente hipótesis de conflicto regional, caracterizó al modelo
de defensa argentino como –valga la redundancia- defensivo (en contraposición
al ofensivo, de otros períodos históricos).
El Presidente
de la Fundación Cultura del Agua también remarcó -a su entender- que durante la
última década se habría dado una progresiva integración de las FF.AA. con la
sociedad civil. En esta línea, destacó la utilización de efectivos militares en
tareas de rescate y apoyo, por ejemplo, en catástrofes naturales.
Según Urien,
el alineamiento ideológico-económico-político con Estados Unidos (EE.UU.) de la
actual gestión implica, como contrapartida, un riesgo para el pueblo argentino.
El disertante dejó en claro que dicho acercamiento tiene como trasfondo una
disputa por los recursos naturales.
En segundo término
habló Gustavo Lahoud –Licenciado en Relaciones Internacionales e integrante del
Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP). “En la actual configuración
de tensiones a nivel global, está claro que lo que está en disputa son los bienes
naturales”, comenzó. Luego añadió que, al día de hoy – y como consecuencia de
una sobreexplotación-, se avizora un horizonte muy limitado en cuanto a la explotación
de recursos carboníferos convencionales (petróleo, gas).
“Este modelo
capitalista se basa en la sobreexplotación de recursos a gran escala, lo que se
ha profundizado durante los últimos 15 años. Sin embargo, tanto los países
desarrollados o los denominados en vías de desarrollo hoy se encuentran con una
limitación muy grande respecto de su disponibilidad”, afirmó Lahoud. Ante dicha
demanda, refirió el integrante de IPyPP, las estrategias de dominación que las
grandes potencias aplican en la actualidad -en detrimento de otroras intervenciones
militares directas- están vinculadas al control económico financiero de las
naciones periféricas.
Hacia el
final de su intervención, y en la misma línea del peligro latente planteado, Lahoud
lanzó: “Debemos dar una política de ocupación del territorio, pero de forma
eficiente y con un control civil y político. Sin embargo, se trata de un
desafío regional, no solo de una nación”.
El último
orador fue el ex titular del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI),
Enrique Martínez, quien puso el eje en la necesidad de repensar la orientación
en el desarrollo de la ciencia y técnica: “No discutimos al servicio de quién está
el desarrollo tecnológico. Hoy la hegemonía es del capital y no del trabajo, y
esto es lo que debemos revertir. La investigación y desarrollo de tecnología
tiene que estar al servicio de la producción popular”.
Según
explicó Martínez, durante los gobiernos kirchneristas no existió una modificación
de la lógica del trabajo como mercancía, así como tampoco en términos
cualitativos del paradigma científico: “A mi entender fue un Gobierno que
intentó mejorar la calidad de vida de la gente, aun sin modificar las
estructuras. Sin embargo, no se discutió al servicio de quién está el
desarrollo tecnológico”.
El ex
titular del INTI contó que, junto a un grupo de investigadores, están buscando
impulsar un proyecto de Ley que grave un impuesto extraordinario a las grandes
ganancias (empresas que facturen por encima de los 50 millones de pesos), para con
estos recursos lograr financiar iniciativas científicas que beneficien a
productores populares.