Con la participación de 34 compañeros y compañeras del
Consejo Directivo Provincial y de las Seccionales de Río Tercero, Cruz del Eje,
Río Cuarto, Adelia María, San Francisco y Villa María de la Asociación
Trabajadores del Estado (ATE) de Córdoba, se llevó a cabo la Segunda Reunión
ampliada de Consejo Directivo Provincial (CDP) y Secretarios y Secretarias
Generales de cada Seccional mediante Teleconferencia.
La convocatoria tuvo como intención socializar la
información que surgió de la Teleconferencia del jueves de ATE Nacional;
realizar un repaso de la coyuntura provincial en el marco de crisis global que
pone en jaque a nuestras sociedades; y un informe por distrito de la situación
y su impacto en los territorios.
En ese sentido, conceptualizamos que la crisis es por la disputa
y la transición hacia un nuevo orden global. El emergente sanitario actual se
enmarca en dicha crisis global del capital, donde la especulación del mundo de
las finanzas realiza una presión inaudita sobre la clase trabajadora en su
conjunto. Esa presión impacta directamente sobre los pueblos: ninguna
organización, ni prácticamente los Estados hoy pueden afirmar que garantizarán
la vida de su gente ante este emergente ya que hace tiempo que no garantizan
-no garantizamos- nuestra propia vida.
El COVID-19 se da en un marco donde nosotros y nosotras, los
pueblos del mundo en general, pero los cordobeses en particular tampoco, no
decidimos sobre nada que haga a nuestra supervivencia:
Nuestros alimentos son un negocio, toda vez que la
producción primaria y su industrialización está concentrada en muy pocos
jugadores, enormes, financieros y transnacionales, que buscan ganar cada vez
más sin miramientos de las condiciones ambientales y la salud de nuestras
comunidades. Sumado a ello, la distribución y la comercialización de nuestros
alimentos se concentra en muy pocos actores, grandes monstruos del comercio
minorista, que remarcan precios, en connivencia con los pocos -y grandes-
actores empresarios que controlan toda la cadena alimenticia. Todo ello se hace
especialmente evidente donde para no morir de hambre cada trabajador/a debe
recurrir a las inescrupulosas cadenas de distribución de alimento que solo ven
a esto como una oportunidad para continuar ampliando sus ventas;
No decidimos sobre nuestra salud y nuestros remedios que
pasan a ser un negocio, toda vez que vemos cómo muy pocas clínicas privadas se
llenan de aparatología de última generación fabricada por grandes monstruos de
la tecnología médica mundial, mientras que los sistemas públicos colapsan por no
poseer ni siquiera lo básico para garantizar internaciones en condiciones. A
ello sumamos que vemos cómo, para garantizar que tengamos esa aparatología o
los remedios para nuestras enfermedades -que no son más que avances y
creaciones del trabajo humano, apropiado por unos pocos-, debemos recurrir a
costosos préstamos que solo sirven para garantizar los negocios de quienes
prestan la plata y de quienes nos venden los medicamentos y la tecnología,
endeudando una y otra vez a nuestros Estados que solo encuentran la manera de
«garantizar» nuestra vida garantizando la continuidad del ciclo de acumulación
financiera;
Ello nos lleva al punto principal, donde observamos cómo es
el mundo de la finanzas el que principalmente continúa garantizándose su
existencia mientras los pueblos no sabemos, literalmente, qué vamos a comer
mañana y dónde encontraremos ese respirador artificial que nos permitirá seguir
viviendo en caso de que debamos ser hospitalizados por el COVID-19 o cualquier
otra afección. Nuestro país renegocia, aleja vencimientos con el FMI y asume el
compromiso de pagar la deuda inmoral, ilegítima, fraudulenta, cerrando el
círculo necesario de reconocimiento que garantiza la estafa; habla y firma
-como sucedió esta semana- nuevos acuerdos con los buitres «dueños» de la timba
de las LELIQ y, mientras, continúa sin definir ningún calendario de
reincorporación de los compañeros y compañeras despedidos/as de áreas que,
también, involucran a la salud pública. De lo nacional podemos bajar a los
planos provincial y municipal, donde ambas instancias estatales continúan,
impávidas, anunciando medidas paliativas mínimas, insuficientes, corriendo el eje de lo que realmente
garantizaría la vida que es pagar buenos salarios, dotar de infraestructura
sobre la que poder decidir, etc.
Por último, podemos decir que esta crisis nos ha puesto más
en evidencia aún otros negocios que grandes actores corporativos privados hacen
con nuestras vidas, saqueando lo que nuestro trabajo entrega como «recursos».
Solo por nombrar algunos ámbitos, sin buscar ser del todo exhaustivos/as: los
recursos naturales y su explotación para obtener energía, son parte de un
puñado -también y como todo- de empresas globales a las cuales hay que
transferirles, directa o indirectamente –vía subsidios-, recursos -o
«condiciones»- para que no aumenten las tarifas; «nuestras» casas y la tierra
son el negocio de grandes «desarrollistas» que especulan con el «negocio» que
les provee la ciudad; el transporte continúa con sus negocios, hoy más
subsididado aún para evitar que las empresas dueñas decidan el parate total y
producir descalabros aún mayores;
Es por todo ello que las medidas que reclamamos desde ATE
Córdoba son URGENTES y, aunque muchas parezcan del orden de «lo cotidiano»,
para poder resolverlas se debe ir a fondo. Así, resolvimos:
Continuar exigiendo a Schiaretti:
A) Complemento Salarial para Trabajadores y Trabajadoras de
Salud (7625 y 7233) que comprende medicxs, enfermerxs, tecnicxs de laboratorio,
administración y maestranza por lo que dure la crisis (un sueldo más por mes);
B) Incorporación de personal ante el desborde que hay en el
sistema de salud publica (faltan aproximadamente 3000 Trabajadorxs mas);
C) Dotar de mayor cantidad y calidad de insumos básicos de
prevención para la Primera Línea contra la Pandemia así como se cumplan los
protocolos;
D) Instar a los Intendentxs a cumplir con la cuarentena de
los Trabajadores y Trabajadoras municipales;
E) Que se abstenga de rescindir cualquier tipo de contrato
caboral, monotributo, beca o forma de trabajo precario que tiene el Estado
Provincial de cualquier Ministerio u Organismo;
Por otro lado exigir al Gobierno Nacional que aporten a la
crisis la Renta Financiera, Minera, Sojera, de Acopiadores de Alimentos que la
juntaron en pala así no pagamos solo los asalariados y el pueblo trabajador.
Garantizar que llegue la ayuda social de los Estados
Nacional, Provincial y de los Municipios a los sectores populares (desocupados
e informales) que hoy no tienen ni para comer. El parche se frena en el manejo
de los punteros políticos. ATE y la CTA Autónoma no seremos diques de
contención del conflicto social.
Repudio al desmedido accionar de las Fuerzas Represivas en
el territorio (Policías Provinciales, Gendarmería, etc) que hoy tienen
militarizada las calles y ejercen control social sobre la población.
Mandatar a nuestro Consejo Directivo Nacional a exigirle al
Gobierno de Alberto Fernández la urgente apertura de Paritarias para tratar
aumento salarial, reincorporación de los miles de despedidxs de la Era Macri y
el Pase a Planta Permanente de los más de 60 mil precarizadxs del Estado
Nacional.
Ponemos a disposición de nuestro Consejo Directivo Nacional
de ATE propuestas para la reactivación de áreas productivas del Estado Nacional
para enfrentar la crisis. Proyecto de fabricación en el Área Material De Río
Cuarto y la Fábrica Militar de Río Tercero de camas, camillas, tubos de oxígeno
y carros para trasladarlos. Producción de alcohol puro y en gel en
Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba. Mascaras elaboradas por
impresoras 3D desde INTI. Elaboración de barbijos y delantales en 2 pequeñas
fábricas/cooperativas de la CTA Autónoma en Saldan, Jesús María y Adelia María.
Es decir están las maquinas, mano de obra se puede reincoporar a los despedidos
y despedidas y los fondos y recursos los pone el Estado Nacional para no caer
en las redes de los especuladores.
Creación de nuestro Equipo de Salud Provincial para salir a
caminar cada uno de los 36 Hospitales Públicos que tiene Córdoba para crecer en
ese sector que tiene unos 20 mil trabajadores y trabajadoras.
Tras dos horas de debate por Teleconferencia cerramos con un
emotivo aplauso a nuestra Primera Línea de la Salud Publica y de todos los
Sectores que cumplen tareas esenciales.
En esta etapa de crisis del capitalismo global, poner en
valor a Estados populares que garanticen la vida antes que los negocios, es la
tarea. Hay que buscar los recursos allí donde los hay -porque se los han
apropiado, no porque les pertenezcan-, que es en el Sistema Financiero y la
grandes multinacionales de todas las cadenas. Y, con ellos, fortalecer la
presencia territorial de las redes estatales populares. Para ello debemos
revalorizar, remunerar bien y darles estabilidad laboral a los miles de Trabajadores
y Trabajadoras del Estado Nacional, Provincial y de cada municipio que hoy
están al frente de esta Pandemia y son la garantía de la vida de nuestro Pueblo
tras este emergente.
Los trabajadores y trabajadoras debemos protejernos de la
crisis sanitaria pero debemos, ante todo, estar en estado de alerta y con
iniciativa para defender nuestros intereses como clase en su conjunto.
Para ello debemos avanzar en las
estatizaciones y nacionalizaciones de áreas estratégicas, en impuestos
progresivos a la renta financiera y profundizar sobre el no pago de la Deuda
Externa y que estos recursos garanticen un sistema sanitario acorde a las
necesidades y que lleguen a los sectores populares para paliar las necesidades
inmediatas y garantizar una mejor calidad de vida al conjunto de la población.
Aprovechamos, también, para alertar y reclamar por el fin
del bloqueo criminal del imperio yanqui que padecen los pueblos hermanos de
Cuba y Venezuela. Nuestra respuesta, y la de ellos, sigue siendo la solidaridad
y el internacionalismo. Vaya, en este acto, nuestro abrazo y nuestro puño en
alto para las luchadoras y luchadores de toda la Patria Grande Latinoamericana.