La aguda crisis que atraviesa la delegación provincial de la Dirección Nacional de Migraciones, que derivó en el cierre del edificio ubicado en calle Caseros 676 de Córdoba Capital, donde esta semana solo hay destinada una guardia mínima de dos trabajadores según explicó la delegada de ATE en el sector, Ana Aguirres, en una entrevista que dio al programa radial Entre Todos y Todas, que la Secretaría de Prensa de ATE Córdoba emite cada martes por GENFM 107.5, de 18 a 20 horas.
La dirigente señaló que la patronal accedió a cerrar la atención de la oficina después que ATE denunciara los accidentes laborales de dos obreros de una obra de refacciones del edificio. Tras sucesivas asambleas los funcionarios resolvieron cerrar la dependencia. Paralelamente, el Departamento de Salud Laboral y Medio Ambiente de Trabajo realizó ayer una inspección para concretar un informe que será entregado a las autoridades, a los fines que se complemente la reparación de las falencias en el lugar, sobre todo teniendo en cuenta que hace dos décadas que el Estado.
Aguirres explicó que: “En principio iban a realizar la obra por etapas, pero terminamos conviviendo con la obra en todos lados. Pedimos realizar trabajo remoto, otra forma de trabajo para no estar ahí. No solo por el personal sino por el público, ya que todo el material de obra lo pasaban delante de la gente”.
Sin embargo, aseguró que “con la caída de un obrero del techo en la semana y el último día hábil tuvimos otro obrero caído que se quebró un hueso quedó de manifiesto que estamos expuestos que eso mismo nos pase a nosotros en cualquier momento, trabajando en condiciones bastante malas”.
La delegada añadió que la dotación de personal es de entre 15 y 20 personas, que realizan tareas de atención a más de 200 personas diarias, trámites de residencia de extranjeros, documentación como habilitaciones de partidas de menores para salir del país.
“Pero estas últimas semanas hubo un incremento de la asistencia de gente a la dependencia, entre el personal y el flujo de público”, dijo.
“Frente a este panorama la respuesta de la patronal fue continuar trabajando en estas condiciones, hay que aguantar y no se va a cerrar. Le reclamamos que tengan en cuenta el personal. Pero la respuesta siempre fue negativa. Hicimos asambleas entre miércoles y viernes. Esta semana resolvieron cerrar la dependencia cuando se quebró el obrero. Pero el lunes tenemos que volver a trabajar. Actualmente hay una guardia mínima de dos compañeros que están en permanente riesgo”, concluyó.
Para la delegada no hubo ninguna previsión, de lo contrario la obra estaría mucho más avanzada y sin riesgo para nadie. “Están cambiando el sistema eléctrico, derribaron baños, levantando el piso de la planta baja. No se puede trabajar así”, finalizó.
Por Prensa ATE Córdoba