ATE

Con una declaración contra la pobreza, cerró el Congreso de la CTA-A.

Luego del trabajo en comisiones, que fueron los 5 ejes de la
campaña Distribuir la riqueza para salir de la crisis, se leyó la Declaración
del Congreso Extraordinario de la CTA-A, “Transformar la realidad con más
soberanía y justicia social”, elaborado a partir de los debates de los plenarios
regionales que se realizaron durante el mes de agosto y los principales ejes de
debate del propio Congreso Extraordinario.

Luego del trabajo en comisiones, se realizó la plenaria del
Congreso Nacional Extraordinario, se homenajeó a Sergio Valenzuela, Secretario
General de ATE Cutral-Co, quien falleció el 25 de agosto pasado por COVID.

Por su parte, Graciela Córsico, responsable de la Biblioteca
de la CTA Autónoma, recordó la decisión estratégica de contribuir a sostener
archivos históricos que refuerzan la identidad de la clase trabajadora. En este
sentido, presentó la web de la biblioteca – http://www.bibliotecacta.org.ar/fotos.php
– y llamó a fortalecer colectivamente la biblioteca a través de una campaña de
recuperación de materiales. Se están sistematizando fotos, videos, afiches y
otros materiales desde la Marcha Grande a la construcción del FreNaPo.

Se sumaron, además las adhesiones de la Corriente Nacional
de Estatales René Salamanca, Foetra, Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos,
SERPAJ, Parlamento Plurinacional Indígena y lllegó el cálido saludo que hizo
llegar Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo línea Fundadora.

Luego se leyeron las conclusiones de cada una de las
conclusiones, basadas en los 5 ejes de la campaña: salario universal,
soberanías, impuesto a las grandes riquezas, investigación de la deuda externa
y fortalecimiento de la democracia.

Declaración para
terminar con la pobreza

El Congreso de la Central de Trabajadores de la Argentina
Autónoma se realiza a pocos días de cumplirse un año del trascendente triunfo
electoral de las PASO de 2019, cuando nuestro pueblo sepultara las intenciones
de perpetuar la experiencia macrista. Proceso de movilización popular y de
enormes luchas de resistencia que tuvo a nuestra organización como protagonista
central contra las políticas de ajuste, endeudamiento y destrucción del aparato
productivo a expensas de la especulación financiera y fuga de capitales.
Asimismo, vale resaltar que estamos arribando a los nueve meses del gobierno
del Frente de Todos, de los cuales seis se han desarrollado en el marco de la
pandemia mundial desatada por el COVID-19. Pandemia que ha dejado en evidencia
la sinrazón de una organización social a escala planetaria que, mientras hacía gala
de un desarrollo tecnológico y científico capaz de solucionar los problemas
globales, ante la aparición de este nuevo virus, debe ofrendar un costo
irreparable en vidas por la incapacidad de poner el conocimiento al servicio de
la humanidad.

Son por demás conocidas las consecuencias en cuanto a la
paralización del funcionamiento de la economía, tanto a escala global como en
nuestro país de las distintas medidas de aislamiento para frenar el avance de
la crisis sanitaria. Creemos necesario afirmar dos conclusiones, que desde los
distintos sectores de poder suelen soslayarse. En primer lugar, más allá de que
nos quisieron hacer creer que estábamos arribando a un estadío en el que la
tecnología era autosuficiente, bastó que se paralizara a la clase trabajadora
para que esa interrupción fuera evidente. En paralelo, también se hizo evidente
que fuimos las y los trabajadores quienes nos hicimos cargo de las “tareas
esenciales” en la salud, en los territorios, en la continuidad educativa para
contener a millones de niños, niñas y jóvenes, en la producción y distribución
de alimentos y productos de primera necesidad y en otras tantas actividades
estratégicas para enfrentar la pandemia. De la misma forma, quedó por demás
claro que cuando el mercado se derrumba como organizador del funcionamiento de
la economía, surge el Estado como única posibilidad de garantizar una lógica
distinta que garantice la reproducción social.

La pandemia profundizó las tremendas desigualdades
existentes y la persistencia de altos niveles de pobreza, que la asistencia
estatal – aunque importante – no pudo resolver. Un componente crucial de ese
escenario, es la infantilización de la pobreza, que deja a nuestras niñeces en
un marco de carencias importante e impulsa a las mujeres a desarrollar
estrategias de supervivencia más complejas y esforzadas, profundizando las
desigualdades sociales también al interior de los hogares, con tareas de
cuidados redobladas y en muchos casos con aumento de situaciones de violencia.
Creemos oportuna las puntualizaciones, ya que luego de seis meses de medidas de
aislamiento y/o distanciamiento, asistimos a un panorama con aristas por lo
menos contradictorias. En el momento en que crecen exponencialmente las curvas
de contagios y abarcan cada vez más en extensión territorial, se avanza en
medidas de apertura a través de la presión que ejercen los sectores
concentrados del poder económico, que desde el inicio enfrentaron la decisión
que tomó el gobierno de priorizar la salud de los argentinos. Pero también se
hace evidente la pérdida de consenso social de las medidas de aislamiento, que
no logra sostener las condiciones de vida en un contexto de restricciones que
el propio gobierno, a pesar de las importantes medidas tomadas, no ha podido
garantizar.

Vale entonces reafirmar que esta crisis se superará
priorizando las condiciones de vida de los y las trabajadoras y los sectores
populares, y revalorizando el rol del Estado para enfrentar la urgencia
sanitaria. Es impostergable abordar medias de contención social de carácter
universal, así como sostener el entramado productivo conformado por las
unidades económicas y de producción de menor tamaño, tanto urbana como rural:
pequeños y medianos empresarios, cooperativas de trabajadores, unidades
autogestionadas de la Economía Popular y de la agricultura familiar que no
cuenta con capacidad económica para hacerlo.

Por lo tanto desde
este Congreso refirmamos los ejes de la campaña que nuestra Central viene
impulsando:

Ingreso Universal:
El Ingreso familiar de Emergencia, la medida más importante que se ha tomado
durante la pandemia, debe transformarse en un ingreso universal. La
implementación del IFE por sus restricciones, deja afuera casi a tres millones
de solicitantes. Por ello, es que debe alcanzar a todo mayor de 18 a 65 años
que no tenga trabajo registrado, garantizando la cobertura de las tareas del
cuidado con un monto igual al Salario Mínimo Vital y Móvil. Universalización y
aumento de la Asignación Universal por Hijo, de forma de asegurar que un hogar
supere la línea de pobreza. Garantizar una Renta Básica de alcance universal
para la población en situación de informalidad y desempleo, es el principal
estímulo que requiere la economía en situación de parálisis productiva para
poner en marcha la actividad en base a la ocupación de la capacidad ociosa
disponible. Priorizar la reactivación en base al consumo popular y colectivo
desarrollando la Salud, la Educación pública y la vivienda social mientras dure
la pandemia, como cuando esta logre superarse. Terminar con la pobreza y
repoblar el territorio, desarmando conurbanos invivibles, son las dos
orientaciones que debieran comandar la reconstrucción productiva de la
Argentina.

Además es imperioso que se convoque al Consejo del Salario
Mínimo Vital y Móvil para su actualización y a Paritarias libres.

Suspensión de pagos y
auditoría de la deuda:
La negociación que ha llevado adelante el gobierno
con los acreedores privados, si bien ha despejado de forma muy importante los
vencimientos de la actual gestión, no ha solucionado el problema del
endeudamiento de nuestro país. En primer lugar, porque luego del alivio
inicial, los compromisos adquiridos comienzan a incrementar su volumen poniendo
a la Argentina nuevamente en un escenario de toma de deuda para pagar deuda o
nueva renegociación. Por otra parte, falta la renegociación con el acreedor
privilegiado, el FMI. Es Fundamental que este organismo no imponga sus
tradicionales condicionamientos y se debe fortalecer la posición negociadora
denunciando las múltiples irregularidades en las que incurrió el Fondo para
favorecer al gobierno anterior.

Impuesto a las
Grandes Fortunas:
valoramos y respaldamos el “Aporte Solidario
Extraordinario”, proyecto de ley que establece una imposición sobre un sector
de aquellos que poseen grandes fortunas. Entendemos que es necesario
profundizar la iniciativa presentada en el Congreso de la Nación. La propia
AFIP tiene detectada 32.000 fortunas de más de un millón de dólares, que casi
triplica la población alcanzada por la iniciativa que tomó estado
parlamentario. Por otra parte, en distintas fuentes internacionales, se relevan
114.000 fortunas mayores de un millón de dólares. Es decir que puede extenderse
ampliamente la recaudación. Este impuesto no debe pensarse como una
contribución por única vez sino como un paso para terminar con la rebelión
fiscal de los ricos, que una y otra vez resisten pagar en función de su
capacidad ocultando sus patrimonios y sus rentas. En nuestro país los impuestos
al consumo representan el 65% de la recaudación mientras los impuestos sobre
ingresos y ganancias apenas el 23%. Mientras los impuestos al consumo son el
14% del PBI los que gravan los patrimonios no superan el 1%. El impuesto a las
grandes fortunas debe ser el primer paso en la definición de una profunda
reforma impositiva de carácter progresivo que descomprima además el impacto del
impuesto sobre los salarios.

Soberanía
Alimentaria, Energética, Científico-Tecnológica, Monetaria, Financiera y
Comunicacional:
Hay que profundizar un modelo de crecimiento económico, que
se asiente en un desarrollo soberano centrado en las potencialidades
productivas del país, que dinamice el mercado interno. Las políticas
exportadoras no deben condenar a una especialización en materias primas o
debajo valor agregado, sino proveer las divisas necesarias para un desarrollo
soberano.

Ante ello es vital redefinir el rol de las empresas
energéticas, la creación de una empresa estatal y pública que pueda garantizar
la soberanía alimentaria y apuntar a un nuevo sistema financiero poniendo como
eje un Banco de desarrollo nacional.

Profundizar la
Democracia:
El desafío de garantizar la base de sustentación, para
profundizar las medidas que se plantean, tiene su correlato con la ampliación
de los mecanismos de participación de las organizaciones populares en la
definición cotidiana del rumbo de la gestión. No es posible potenciar la
participación de los trabajadores y trabajadoras sin garantizar la más amplia
libertad y democracia sindical, en síntesis, construir la unidad de la clase
trabajadora en torno de un nuevo modelo sindical para que el dinamismo de la
organización de la clase no se vea obturada por una dirigencia con compromisos
con los factores de poder. Profundización de la democracia que debe sustentarse
en la justicia, equidad e igualdad de oportunidades para hombres, mujeres y
diversidades en todos los ámbitos. Se deben alentar mecanismos de participación
directa y semidirecta para que el pueblo y sus organizaciones puedan participar
en las decisiones. Se trata de equilibrar la institucionalidad. Si los dueños
del Dinero votan todos los días condicionando con su poder la gestión
gubernamental, el pueblo no puede hacerlo cada dos o cuatro años.

Rechazamos los intentos de construir condiciones de
seguridad descargando cada vez mayor autoritarismo sobre los sectores más
empobrecidos de la sociedad, por eso exigimos la aparición con vida ya de
Facundo Astudillo Castro.

Insistimos que los problemas de la democracia se solucionan
con más democracia, por eso repudiamos las experiencias golpistas en la región
así como los intentos de hacer caer las sombras de esas amenazas sobre nuestro
país.

Construcción de la
unidad del movimiento popular:
En este marco, ratificamos la decisión de
aportar a la Patria Grande latinoamericana como camino emancipador y nos
afirmamos en construir la unidad del movimiento popular en Argentina. Para todo
esto, reafirmamos nuestro compromiso de transitar este sendero junto a la Mesa
de Encuentro del Trabajo y la Vida Digna y la confluencia en torno al
Manifiesto por la Soberanía el Trabajo y la Producción como aportes en esa
dirección.

Como decíamos al comienzo, hace poco más de un año la
derrota de la propuesta de reelección neoliberal abrió un escenario de
transición para superar la crisis de empobrecimiento que se desató en nuestro
país. Hoy está por demás claro que transitar el actual escenario, condicionado
por la pandemia, construyendo mayores condiciones de igualdad y profundizando
la apertura a la participación democrática y organizada de nuestro pueblo, esa
transición será en la dirección que animó ese triunfo.

A 29 años del “Grito de Burzaco”, nuestro manifiesto
fundacional como Central de trabajadores que llegó para quedarse e impugnar el
unicato sindical; a 19 años de la Consulta Popular del Frente Nacional contra
la Pobreza, donde más de tres millones de compatriotas votaron a favor de un
shock redistributivo; a 12 años del Primer Encuentro Nacional hacia una
Constituyente Social en Jujuy, llegamos a este Congreso virtual a reafirmar
nuestras banderas fundacionales.

Para ver el Documento completo del Congreso Extraordinario,
haga click aquí.

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