Con el fin
de incentivar un debate rico y productivo, desde una visión del movimiento obrero
organizado, el Instituto de Estudios sobre Estado y Participación (IDEP) Salud
presentó en público este informe que busca desenmarañar un tema que es
representativo del estado de la Salud pública. “Es casi el indicador que
primero se mide, y a su vez tiene una alta significación simbólica”, explicó Daniel
Godoy, uno de los impulsores del estudio.
“Es cierto
que la mortalidad infantil se ha reducido, pero también es cierto que se ha
reducido a una menor velocidad que en otros países. Por ejemplo, en la región
estamos atrás de otros países con mucho menor capacidad presupuestaria. E
incluso la tendencia está al margen de los ciclo políticos-ideológicos: por
ejemplo, cuando mas bajo la mortalidad infantil fue durante la década de los
90´. Durante estos años de auge de las economías neoliberales, a la vez
disminuía tanto en CUBA como en el Chile postpinochetista”, detalló Godoy. Un
dato que es común a buena parte de las naciones de occidente es que en la
actualidad, la alta tecnología aporta de manera trascendente a la reducción de
la mortalidad infantil. Como muestra de ello, hace falta ver las comparaciones
de los índices actuales con los de principios del siglo XX, que arroja una
reducción en veinte veces su número.
Esto quiere
decir que dicha reducción sostenida excede el marco de la Argentina. “Sin
embargo, si uno agudiza el foco y hace zoom -por llamarlo de alguna manera- la
reducción es mas lenta que otros países y con tasas superiores a otros países
de la región”, explicó Godoy.
“Si bien no
hay fuentes alternativas en Argentina y los datos son únicamente oficiales, algo
que es importante destacar es que Argentina tiene un 60 por ciento de
evitabilidad en mortalidad infantil. Esto implica que mas de la mitad de los
pibes que mueren no tendrían que morir. Por otro lado, es muy fuerte la asimetría:
Si bien tenemos a Recoleta con indicadores iguales a Suecia, en San Martín
(Misiones) u Orán (Salta) con índices similares a los de África Subsahariana.
Esa asimetría que esconden los promedios hay que poner el foco y mirar con
mayor atención”, razonó el Coordinador Nacional IDEP SALUD.
Godoy también
recordó: “A principio de año debutamos con dos situaciones: por un lado, el
anuncio de varios ministros de Salud de una reducción histórica de la
mortalidad infantil; y por otro lado, las imágenes de los pibes con
desnutrición en Salta. Hay un doble mensaje, y creíamos que podíamos echar luz
sobre la capacidad de interpretación del fenómeno. Entonces surgió la
posibilidad de hacer un trabajo sobre mortalidad infantil que cuantitativamente
incluye a niños que mueren dentro del primer año de vida”.
“Muchas
veces los números deshumanizan, por lo que la intención también fue mirar el
tema desde una concepción ética y humanitaria, ir más allá de la guerra de los
números. Y, al igual que en todos nuestros trabajos, las investigaciones que
realizamos están al servicio de mejorar la capacidad interpretativa de los
compañeros, y así sumar a enriquecer el debate público”, indicó el Coordinador Nacional IDEP SALUD, quien
agregó: “Estuvimos hablando de política, de por qué en nuestro se país podrían
morir menos pibes de los que mueren y cómo alcanzar esto. Porque es posible
resolver esto”.
En la
exposición se abordaron temas vinculados a cómo se mide, cómo se manipula y la
deshumanización por las cifras; la evolución de la mortalidad infantil en el
mundo, las diferencias entre continentes, regiones y países; los índices de mortalidad
infantil en Argentina, cuál es su nivel y es su dispersión, de qué mueren los
niños en Argentina; la evitabilidad en la mortalidad infantil; entre otros
temas.
El trabajo fue
realizado por Mario Borini, médico sanitarista, integrante IDEP, investigador y
coordinador de la investigación; y Luis Migueles, investigador. El informe fue
presentado por Daniel Godoy, Coordinador Nacional IDEP SALUD; Juan Reichenbach,
Cátedra de pediatría UNLP, ex Director Nacional de Maternidad e Infancia del
Ministerio de Salud de la Nación; Hugo Godoy, Secretario Adjunto de ATE; y Victor
de Gennaro, diputado nacional y precandidato presidencial por Frente Popular.