* Nota de Opinión por Flavio Vergara, Director del Departamento de Negociación Colectiva y Áreas Temáticas Nacionales
Estamos viviendo un tiempo donde después de derrotar a la pandemia del COVID nos toca combatir a la pandemia neoliberal. Tiempo signado por la mentira organizada por los monopolios de comunicación. Donde la Justicia está prisionera del Partido Judicial. Donde el poder económico somete y cuestiona a los poderes institucionales del Estado. Donde el odio inoculado como un virus que altera la razón y genera neogrupos de tareas, financiados por la oposición fascista, como el que fracasó en el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Todas estas acciones son parte de un plan global y sistemático de sometimiento y empobrecimiento de los Pueblos.
En ese marco de crisis, hoy marchamos hasta la Secretaría de Gestión y Empleo Público a reclamarle a las autoridades que es urgente y necesario el adelantamiento de la revisión de la Paritaria Nacional 2022. El salario de les estatales no puede seguir desintegrándose a la luz de la inflación desbocada.
Desde nuestra ATE fuimos protagonistas de la dura pelea contra el macrismo, resistiendo el desguace del Estado y los salvajes despidos de casi 45.000 trabajadoras y trabajadores, movilizados en los sectores de trabajo con les compañeres y en las calles junto al movimiento obrero y a los sectores políticos populares. También fuimos parte imprescindible a la hora de derrotarlo en las urnas y en la construcción y asunción del Frente de Todos al Gobierno.
Al ritmo de acertadas políticas públicas, les estatales pusimos toda la fuerza en la reparación y la reconstrucción del Estado. Aún en el marco de la pandemia por COVID-19, que implicó un cambio de paradigma de la organización social global y local, redoblamos esfuerzos para garantizar que cada función del Estado siguiera materializando derechos a nuestro Pueblo, en cada rincón del país. Trabajamos de sol a sol y nos adaptamos a un contexto de máxima complejidad y exigencia, comprometides con una causa que era colectiva: “Solo el Pueblo salva al Pueblo”. Hoy es el Día de la Sanidad. No nos olvidamos: muches compañeres enfermaron e incluso dieron hasta la vida poniendo sus cuerpos en la primera línea de combate contra el virus haciendo realidad un Estado Presente, único garante de la victoria contra la pandemia.
Ya las elecciones de medio término de 2021 y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) marcaron con claridad que se debían profundizar las políticas que favorezcan a nuestro Pueblo para lograr la definitiva independencia de nuestra Patria Grande. Y si bien en la actualidad vislumbramos una mejora de las estructuras productivas y económicas nacionales, esto no garantiza una política de redistribucion de la riqueza.
La voracidad del Mercado no se detiene. Los formadores de precios y los especuladores económicos y financieros siguen operando en contra de los intereses de las mayorías populares. La implementacion de las políticas de control de precios demostraron su total ineficacia. Vivimos un escenario de permanente aumento del valor de los bienes y servicios, sobre todo aquellos de primera necesidad, lo que pulveriza los salarios estatales.
Un Estado Popular es el único garante de una justa redistribución de la riqueza y de la posibilidad de recuperar la dignidad y la felicidad de nuestro Pueblo.
Pero no alcanza este Estado, si el INTI garantiza la medida exacta de balanzas y surtidores, pero no se controla las exportaciones ni el precio de los combustibles. Tampoco si la ANMAT y el Malbrán fiscalizan medicamentos y vacunas; si los precios los fija el complejo industrial farmacéutico. Ni si el SENASA garantiza la sanidad y calidad de las carnes y granos, si los productores desabastecen el mercado interno o retienen la producción; o si les brigadistas de incendios se queman combatiendo el fuego intencional de les terratenientes atentando contra el ambiente en el Delta del Paraná.
No alcanza este Estado con sus trabajadoras y trabajadores con salarios que diariamente pierden la carrera contra la inflación, con la preocupación permanente de cómo llegar a fin de mes, para poder poner el pan en la mesa y sostener a sus familias. Lo aclaran los índices económicos: según el INDEC, la inflación fue del 7% en agosto y acumuló un 56,4% en lo que va del año. Y de acuerdo al Banco Central, las expectativas de inflación para 2022 son del 95%.
Más atroz aún el panorama cuando en la actualidad todavía hay trabajadoras y trabajadores cuyos salarios les arrojan por debajo de la línea de la pobreza.
No se puede naturalizar que haya trabajadores/as del Estado pobres.
No alcanza este Estado con sus trabajadoras y trabajadores precaries y empobrecides, con vínculos laborales endebles.
La regularización del empleo público avanza a un paso aletargado que lo hace ineficaz. A ese ritmo, el Estado seguirá precarizado. Porque nos comprometimos en diciembre de 2020 y hasta 2023, con el Plan de Regularización del Empleo Público, a pasar a planta permanente a más de 30.000 trabajadoras y trabajadores que hace más de 5 años que cumplen sus tareas con idoneidad y compromiso. Y hoy tenemos que decir que el Estado está incumpliendo las metas: ya deberíamos tener más de 15.000 trabajadoras y trabajadores en la planta permanente y en la actualidad solo se avanzó con el concurso de alrededor de 8.000 cargos del Agrupamiento General y todavía no se comenzó con los Profesionales, que ascienden a más de 12.000. Necesitamos mecanismos extraordinarios para resolver este atraso. La situación no admite más demoras: la amenaza neoliberal sigue latente y les trabajadores necesitamos la planta permanente.
Lo planteamos mil veces: es momento de que el Gobierno se decida de una vez por todas en favor de las mayorías populares, de les trabajadores, y deje de otorgar privilegios a las multinacionales y grupos económicos de poder que fugan la riqueza al exterior. No pueden seguir dándole facilidades a quienes con el afán de lucrar generan corridas de precios que hacen peligrar la comida, la vivienda, la educación, la ropa, la salud y la cultura, y las vuelven inalcanzables para les trabajadores.
Un proyecto popular debe dar respuesta a las necesidades populares.
Por todo eso exigimos:
– Adelantamiento de la revisión de la Paritaria Nacional 2022 para el mes de septiembre y de las cuotas de 2023 para este año.
– Incorporación de una suma fija no menor a los $30.000 de carácter permanente y como parte integrante del salario de los/as trabajadores/as estatales para acercarse a que no haya ningún estatal bajo la línea de la pobreza.
– Aumento salarial equivalente para les compañeres monotributistas del Decreto 1109/17.
– Incorporación de la modalidad de Curso-Concurso como proceso de selección –art. 34° del Convenio Colectivo de Trabajo del Sistema Nacional del Empleo Público (SINEP)–.
– Eliminación del período de prueba de 12 meses para la adquisición de la estabilidad, de forma excepcional, para quienes regularizan su empleo con 5 años o más de antigüedad laboral. No se puede desconocer a les trabajadores que ya son parte del Estado.
– Reincorporación de todes les despedides por el macrismo.
Para Fortalecer el Estado y Liberar la Nación, se necesitan Trabajadores y Trabajadoras con Estabilidad y Salarios Dignos.