El pasado sábado 13 de octubre la seccional cordobesa
presento la versión teatral de la vida del querido y recordado dirigente de los
estatales. El diario El Puntal de Villa María se hizo eco de esta presentación
y entrevistó al actor y al director de la obra.
El
unipersonal puso en escena la pelea por los derechos laborales en los ´90,
situación similar a la que hoy atraviesan los despedidos de la Fábrica de
Pólvoras.
No es
para nada frecuente presenciar, en tiempos de festivales, una obra de “teatro
de la resistencia”. Mucho menos en el actual contexto sociocultural, donde el
cine y las series no suelen trascender la mera etiqueta de “entretenimiento”.
Sin embargo, el auditorio de la Medioteca en la tarde de ayer se convirtió en
una verdadera excepción. Porque allí se puso en escena “Germán, la obra”, un
unipersonal consagrado a la figura de Germán Abdala, sindicalista muerto en
plena época menemista a los 38 años.
La pieza
fue traída a la ciudad por referentes de ATE, “para servir de elemento
concientizador en la lucha que por estos días llevan adelante los trabajadores
despedidos de la Fábrica Militar de Pólvoras de esta ciudad” comentó el actor
Pablo Ruzak, uno de los protagonistas de “Garage Olimpo”, película ineludible
del nuevo cine argentino.
“De
hecho, Germán llegó a la política por el partido de Menem -prosigue Ruzak- pero
al poco tiempo y al ver que ese gobierno estaba haciendo todo lo contrario a lo
que había prometido en campaña, salió a criticarlo desde adentro. Algo que hoy
sería impensado no sólo en el partido oficialista sino en cualquier otro:
volverse oposición. Germán fue muy carismático, tanto por su cultura como por
su conocimiento de la calle. Y a pesar de morir muy joven, ese poco tiempo le
bastó para ser referente de la lucha sindical argentina. Lo que él decía en la
cámara en los noventa, tiene una triste actualidad en el presente. Y de hecho
la obra está pensada para abrir un debate una vez finalizada, y que la gente
pueda devolver su opinión”.
De
Agustín Tosco a los despedidos de la Fábrica
Uno de
los directores de la obra es Sebastián Berenguer, y de este modo cuenta la
génesis de “Germán”.
“En el
año 2015 y al cumplirse los 40 años de la muerte de Agustín Tosco, yo hice una
obra que duró un mes en el Centro Cultural de la Cooperación. Pero a partir de
diciembre, lo que fuera un simple homenaje a Tosco pasó a ser una obra de la
resistencia. O, si querés, de la batalla cultural. Son obras imprescindibles
para el teatro porteño de hoy”.
-¿Y cómo
nació “Germán”?
-Nació
cuando hacíamos la obra de Tosco, Hugo “Cachorro” Godoy, que es el secretario
general de ATE Buenos Aires, nos propuso que ensayáramos en la sede. Hicimos
una función que les gustó muchísimo y el año pasado me llamaron de la parte de
cultura de ATE diciéndome que querían homenajear a Germán Abdala. Fue todo un
desafío.
-¿Y qué
hiciste?
-Con
Carlos Aguado les presentamos un trabajo de investigación y empezamos a
coescribir la dramaturgia. Investigamos mucho y entrevistamos a referentes de
todo el país; a “Cacho” Mengarelli de Villa María, Carlos Kúster, a Víctor De
Gennaro y una de las hijas de Germán, Griselda. Llegamos a un primer texto que
quizás era muy épico. Y necesitábamos urgente un actor especialista…
-Y ahí
llega Pablo…
Sí. Lo
llamamos por su papel en la obra del padre Mujica. Yo lo conocía por “Garage
Olimpo”, donde hizo un personaje increíble. Y a pesar de que estaba con mucho
trabajo, se copó. Fue Pablo quien terminó de escribir la obra con su cuerpo y
con su sentido dramático y salió una joyita.
-¿Por
qué una “joyita”?
-Porque
a la obra no le falta nada. La gente entra de una manera y se va de otra, sólo
en 40 minutos. Y para nosotros los teatreros eso es fundamental. Ya la pusimos
en Buenos Aires, Santa Fe, Paraná y Trelew y siempre pasó lo mismo.
-¿Qué
valor tiene la obra en estos tiempos?
-Muchísimo.
Por más que en Buenos Aires rompan la calle Corrientes, al teatro no lo van a
poder romper. El teatro seguirá siendo resistencia. Oposición. Batalla. Una
fabulosa herramienta de cambio social y de pura belleza.
Iván
Wielikosielek. Redacción Puntal Villa María