ATE

El compromiso patriótico de nuestros compañeros azufreros y sus familias de la Seccional de ATE La Casualidad en la provincia de Salta, que cada año rinden homenaje a sus fundadores y que días atrás fuera reflejado en el nuevo libro de Daniel Parcero, responsable del área Memoria del Departamento Nacional de Cultura, no debe ser un mero acto de reconocimiento y divulgación interna. Se trata, además, de asumir nuestro compromiso como trabajadores y trabajadoras del Estado para aportar al engrandecimiento del Estado y así agrandar nuestra Nación.

La mina azufrera La Casualidad fue clausurada por un decreto dictatorial de Martínez de Hoz en 1979. Fue un polo de producción azufrera jaqueado en su mayor esplendor productivo por las mafias mineras de los poderes supranacionales, asociados a los feudos oligopólicos aún enquistados en nuestros suelos, en los que Martínez de Hoz en su momento oficiara de títere beneficiario de aquellos intereses.

El Campamento fue clausurado a 40 años de su nacimiento y hoy permanece intacto a 5500 metros de altura, con el 80% del azufre bajo tierra sin explotar, siendo este mineral, que actualmente se importa, de un valor estratégico de significativa importancia.

Hijos de aquellos azufreros, expulsados del territorio junto a sus sueños, y habiendo tenido el futuro laboral “asegurado” para ellos y para sus propios hijos, hoy agrupados en una ONG, siguen pregonando por la puesta en valor del Campamento y dispuestos a continuar con el esfuerzo con el que sus padres honraron sus vidas.

Ese azufre improductivo es fuente de trabajo y recursos genuinos del País que los intereses hegemónicos nos pretenden hacer creer subdesarrollado y necesariamente dependiente.

Como trabajadores y trabajadoras del Estado tenemos el compromiso indeclinable con la soberanía de nuestros recursos para el desarrollo de nuestro país y de nuestro pueblo. Debemos avanzar en la extracción nacional de azufre y su traslado mediante el transporte vía ferroviaria vigente con destino a las bases de Fabricaciones Militares de Río Tercero y la Fray Luís Beltrán de Rosario, para producir ácido sulfúrico y pólvora, entre otros productos. Tenemos la certeza de que será un aporte sustancial al desarrollo minero y que nuestra industria nacional tiene pendiente, dejándonos al acecho de intereses provenientes de empresas multinacionales arraigadas en países hermanos, extranjeros y frente a proyectos nacionales de reactivación que permanecen truncados.

Los trabajadores del Estado, no sólo aportamos con nuestro trabajo al funcionamiento de nuestro Estado, sino que también tenemos conciencia de su articulada proyección y desarrollo hacia un destino de Nación libre justa y soberana. Por esta razón, como argentinos y trabajadores y trabajadoras del Estado que alguna vez vivimos el estado de bienestar, es necesario y urgente que la Argentina recupere el control de la explotación minera y así nuestra Soberanía.

*Secretario Gremial de ATE

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