A continuación, el
comunicado de los compañeros de la Coordinación Nacional de Delegados de
ATE-APN:
La Administración de
Parques Nacionales usufructúa una imagen inocua gracias a su ocultamiento
sistemático detrás de las murallas del Ministerio de Turismo.
Sin embargo, la realidad
es muy distinta. Es por ello que, en ocasión de la celebración de los 111 años
de la APN, este 6 de noviembre, los trabajadores nos preguntamos: ¿Qué están
festejando las actuales autoridades encabezadas por Carlos Corvalán y Daniel
Ramos?
¿Festejan el
incumplimiento de la ley de Parques Nacionales, permitiendo la existencia de
pozos petroleros en el Parque Nacional Calilegua, los cuales estén o no
activos, contaminan el agua y el suelo, afectando fauna y flora nativa, y las
poblaciones en la Reserva de Biosfera de las Yungas? Recién y luego de las denuncias
penales y administrativas contra la conducción de la APN por su inacción, y
gracias a la movilización de los trabajadores, la justicia federal empieza a
tomar cartas concretas en el asunto y este Directorio se estaría sentando con
el Gobernador de Jujuy a ver cómo se ‘sacan de encima’ la permanente
contaminación con metales pesados. Es más, en la actualidad estas autoridades
que por su cargo debieran velar por la conservación de la biodiversidad y la
salud de la población, están estudiando la posibilidad de desafectar un área
que ha sido declarada RESERVA ESTRICTA por su alto valor de conservación. Los
trabajadores cumplimos en recordar que la zona de selva pedemontana en
cuestión, es uno de los escenarios de conflicto ambiental más delicados de la región.
De insistir en estas desidias institucionales, se estará contribuyendo a perder
de forma definitiva la conectividad biológica entre las Ecorregiones de Chaco
Seco y Yungas en el Cono sur.
Esta desidia y desinterés
por parte de las actuales autoridades de Parques Nacionales son un nefasto
regalo de cumpleaños. Si recordamos que Carlos Corvalán ‘festejó’ su primer Día
del Medio Ambiente institucional junto al Gobernador de la minería extractiva a
cielo abierto de San Juan, esto se parece mucho a una política de Estado de
carácter neoliberal. Los trabajadores no festejamos ni esa minería, ni la
contaminación petrolera promovida por Parques Nacionales, ni el desprecio por
la conservación a largo plazo.
¿Festejan los negocios
inmobiliarios que atraviesan a la Reserva Otamendi muy cerca de la Capital
Federal? La dudosa actuación legal de Parques Nacionales ante la amenaza de la
construcción de una ruta que sólo beneficiará emprendimientos privados, no es
motivo de celebración. La falta de gestión para regularizar la situación legal
del territorio da cuenta de esta intencionada desidia. Hoy existe una reiterada
desatención que viene sufriendo el área por parte de las autoridades, lo cual
implicó el cierre del área protegida en varias oportunidades este año: falta de
presupuesto y agua contaminada no apta para consumo son algunos indicadores de
esta problemática de gestión.
Los derechos
constitucionales de los trabajadores tampoco tienen mucho que festejar con
estas autoridades que desprecian a nuestro sindicato.
¿Festejan mantener a sus
trabajadores con salarios en negro y precarizados? Los brigadistas de incendios
forestales son el ejemplo exacerbado de la precarización: Se los contrata por
temporada, no tienen convenio colectivo, y no se les provee de indumentaria de
seguridad de manera periódica. Cuando hay catástrofes ambientales como
inundaciones o incendios desbordados, no sólo en nuestro país sino en los
países limítrofes, son los primeros en ser convocados por el Gobierno Nacional,
dado su compromiso y profesionalismo.
¿Festejan que todavía no
tengamos un convenio colectivo de trabajo propio para Parques Nacionales, aún
cuando fue una promesa de Corvalán en el momento en que asumió? Las
dificultades de carreras, de equidad entre los trabajadores y la necesaria
actualización de las tareas y responsabilidades propias de un organismo con
tanta trayectoria y especialización, hacen imprescindible la concreción de este
convenio único y específico. Por ahora, promesas incumplidas y silencio.
¿Festejan que la violencia
laboral sea más frecuente que el diálogo? Desde inicios del 2014 los
trabajadores de APN agremiados en ATE venimos solicitando audiencias, mesas de
trabajo, diálogo para avanzar en la búsqueda de soluciones conjuntas a los
problemas planteados. A cambio hemos recibido amenazas, aprietes y cambios de
tareas, entre tantas otras formas de violencia.
A 111 años de la creación
de nuestra institución, las palabras desidia, impunidad y silencio aparecen
como modelo de gestión en materia de conservación y manejo, y vínculo con los
trabajadores. No queremos dejar pasar dos aspectos políticos e ideológicos que
hoy atraviesan la gestión de Carlos Corvalán y Daniel Ramos:
Estas autoridades se han
negado a devolver el Bastón de Mando ancestral a las autoridades mapuches en
Neuquén el pasado 12 de octubre. La política de negación del otro y de la
diversidad cultural se hizo evidente al evaporarse Parques del acto oficial,
llevándose el Bastón a Buenos Aires. Hoy el pueblo mapuche está en conflicto
con Parques Nacionales porque estas autoridades han vaciado la Mesa
intercultural establecida. En esto, la actual política de la institución se
parece más a la que tenía el Estado hace 111 años contra los pueblos
originarios.
Para muestra basta un
botón: Fernando Ardura fue el sindicalista telefónico que en el ‘Menemato’,
junto a María Julia Alzogaray, privatizó y desmanteló el servicio público
telefónico en la Argentina. Este personaje del neoliberalismo de los ‘90 fue el
vicepresidente de Parques Nacionales cuando María Julia manejaba los destinos
del medio ambiente en esos años. También fue el verdugo de dejar en la calle a
casi 90 técnicos del organismo en 1999. Sólo la lucha de los trabajadores y la
sociedad logró revertir la situación en un famoso conflicto en esos años de
privatizaciones y desguace del Estado. Hoy Fernando Ardura está contratado por
la gestión de Carlos Corvalán y Daniel Ramos como ‘asesor’ de Parques
Nacionales ante los organismos internacionales y ante el Congreso Nacional.
Todo esto no puede ser
casualidad. En este nuevo cumpleaños de Parques Nacionales convocamos a todos
los trabajadores y a la sociedad a no dejar en pocas manos el destino de la
conservación y manejo de los bienes comunes como son los Parques Nacionales. La
biodiversidad y la construcción de un Estado intercultural son cosas muy
serias, como para dejarlas en manos de la desidia, la impunidad y el silencio
de las actuales autoridades de Parques Nacionales. Los trabajadores organizados
en Parques Nacionales seguimos resistiendo contra el neoliberalismo con el cual
todavía convivimos.
No sólo nuestros hijos y
nietos merecen una naturaleza mejor; los pueblos latinoamericanos de hoy,
también. Si en Bolivia y Ecuador se incorporó a la Madre Tierra como sujeto de
derecho, en Parques Nacionales de Argentina todavía la contaminación del
territorio por la actividad petrolera, fragmentar un área protegida por un
camino a un barrio privado, y el derecho constitucional de los pueblos
originarios y los trabajadores tienen que esperar.
En los tiempos que corren,
nos preguntamos si estas actitudes de las actuales autoridades resisten el
marco de debate público que rige en materia ambiental en la Argentina. ¿Puede
quedar la política de conservación y manejo de los bienes comunes de una
sociedad y sus futuras generaciones en manos de circunstanciales funcionarios
que hacen de la impunidad, el silencio y la soberbia una costumbre? Por ahora
las denuncias y la movilización de los trabajadores no han alcanzado, pero este
6 de noviembre hay poco para festejar en Parques Nacionales.
“A pesar de los muchos
conversos, los muchos que se han cambiado de ropa, los muchos que se han lavado
la cabeza, nosotros seguimos creyendo que hay un país para cambiar, una
sociedad nueva para construir, un camino para alumbrar”, Germán Abdala.
ATE LUCHA. ATE NO
TRAICIONA. NI UN PASO ATRÁS.
Buenos Aires, 6 de
noviembre de 2014.
Coordinación Nacional de
Delegados de ATE-APN