El último viernes los trabajadores de ATE también
se habían movilizado en varias municipios de la provincia, sosteniendo el
pedido de recomposición salarial para los municipales del interior, que vienen
siendo más castigados por una inflación anual que casi duplicando el aumento
general del año y donde el sueldo promedio rara vez supera los 4.500 pesos.
El gremio denuncia que han sido infructuosos los
reclamos al intendente para realizar negociaciones por la situación salarial y
laboral que atraviesan no sólo en la
cabecera Huillapima sino en las localidades de Miraflores y Los Angeles, pero
que dependen de la municipalidad de Huillapima. El personal dice que su esa
municipalidad tiene uno de los sueldos más bajos de toda la provincia. El reclamo está avalado por un estudio
reciente de la Universidad
Católica Argentina (UCA), que señala que 6 de cada 10 familias del interior catamarqueño
ya no cubren las necesidades de la
canasta básica.
Después de que la dirección de Inspección Laboral dictaminara
la conciliación obligatoria la ATE espera que el intendente de Huillapima se siente a
negociar la situación de los trabajadores.