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Se trata de la principal estación científica que la Argentina ocupa en la región antártica.

La principal estación científica que la
Argentina ocupa en la región antártica atraviesa una situación preocupante por
el abandono por parte del Gobierno Nacional, poniendo en juego nuestra soberanía
sobre esta base y la región.

Ubicada cerca del extremo norte de la
península antártica y con una temperatura promedio anual de 8 °C- y en invierno
de -30°C, la Base Marambio es una importante base logística y estratégica que
el actual gobierno desfinancia a través de políticas de ajuste que contribuyen a
perjudicar su funcionamiento.

El gobierno nacional no ha entendido sobre
la posición estratégica de la Patagonia Argentina. Los británicos crecen cada
día más en su presencia militar como así también en la explotación de los
recursos naturales.

El desentendimiento de Nación hacia el Atlántico
Sur no solo se remite al desfinanciamiento de la Base Marambio, basta recordar
las numerosas áreas adjudicadas a empresas británicas que exploran y explotan
los recursos cercanos a las Islas Malvinas, gracias a las gestiones e intereses
del gobierno, poniendo en juego nuestra soberanía.

Hace 22 años Mauricio Macri señalaba:
“Nunca entendí los temas de soberanía en un país tan grande como el nuestro”, y
desde aquel entonces dejó expresa su opinión sobre la soberanía argentina.
Consideradas por el actual presidente como un “déficit adicional al país” en
aquel entonces, el territorio de las Islas Malvinas sufre hoy el abandono
soberano por los pactos entreguistas, como es el caso del pacto
Foradori-Duncan, que no hacen más que entregar los recursos del país a las
potencias colonizadoras. Y en consonancia con esto, las bases antárticas.

Historia de Marambio

La Base Marambio fue fundada el 29 de
Octubre de 1969 y debe su nombre al piloto de la Fuerza Aérea Argentina,
Gustavo Argentino Marambio, que fuera uno de los pioneros en volar en el Sector
Antártico Argentino.

El 29 de Octubre aterrizó un avión Fokker
F-27 (matrícula TC-77), llevando a bordo al Ministro de Defensa, al Jefe de
Estado Mayor General de las FFAA y a otra autoridades, que luego inauguraron la
pista.

Antes de esta fecha, durante el invierno de
1969 y procedentes de la Base Aérea Matienzo, un puñado de hombres arribó a la
zona de la isla Vicecomodoro Marambio y emprendieron la construcción de la
pista de aterrizaje con sus picos y palas.

Estos pioneros conformaban la «Patrulla
Soberanía», siendo fundadores de la Base Aérea VIcecomodoro Marambio,
comandados por el Jefe del Grupo Aéreo de Tareas Antárticas (GATA), el vicecomodoro
Mario Luis Olezza.

Ellos dieron el puntapié inicial y las dotaciones
siguientes continuaron con el mismo esfuerzo y dedicación el mejoramiento y
construcción de la base que hoy existe.

Esta epopeya de trascendencia Nacional,
Histórica y Geopolítica protagonizada por Argentinos, que viviendo en pequeñas
carpas, en una zona extremadamente inhóspita, contando solo con picos, palas y
trabajando con esfuerzo, garra y coraje, abrieron un surco de tierra en el
Desierto Blanco para permitir operar aviones de gran porte con tren de
aterrizaje convencional, es decir con ruedas.

El Museo Patrulla Soberanía funciona dentro
de la base, pudiendo interiorizarse de los inicios, hechos significativos y eventos
relacionados con la base.

Así fue como nuestros compatriotas,
integrantes de la Patrulla «Soberanía», rompieron el aislamiento con el
Continente Antártico.  A partir de
entonces se abrieron rutas en sentido transpolar, la Antártida es un pedazo más
de nuestra Patria, allí viven familias, nacen Argentinos y se continúa esa
obra, con el mismo esfuerzo y sacrificio, que pusieron siempre, nuestros
antárticos.

La fundación de la misma, que coincide con
la inauguración de la primera pista de aterrizaje de tierra en el Continente
Antártico, constituye un hecho histórico de gran relevancia, porque permitió
romper el aislamiento con esa porción del mundo donde antes solo se podía
llegar en verano por vía marítima cuando el estado de los hielos lo permitía.
Indudablemente estas características operativas tienen un valor extraordinario
y con las mismas se inició una nueva era en el Casquete Polar Antártico, con
una dinámica distinta en las tareas que se realizan en el nuevo continente.

Con esta capacidad funcional, se pudo
superar el antiguo aislamiento que existía, con el traslado de personal, apoyo
logístico, emergencias, evacuaciones, alternativas de vuelo, apoyo a la
búsqueda y salvamento, debido que se pueden desplazar en pocas horas los medios
aéreos necesarios ante cualquier eventualidad sin tener que esperar los días
que demanda una navegación al lugar y las condiciones de hielo favorables para
hacerlo, que solo se da en épocas estivales.

El hecho de decir que la pista es de
tierra, nos asombra, porque todos conocemos a la Antártida como un gigantesco
manto blanco de hielos y nieves eternas, pero esta afirmación tiene sus
fundamentos.

La isla Vicecomodoro Marambio, emergió del
mar en épocas muy remotas y su meseta que se elevó a 198 metros sobre el nivel
del mar, tiene una superficie semiplana, con un suelo formado por barro de
tierra arcillosa congelado (permafrost) aflorando piedras y rocas de distintos
tamaños, diseminadas en toda su extensión.

Esas características singulares, permiten
que esta meseta sea barrida habitualmente por fuertes vientos Antárticos, que
evitan la acumulación de nieve.

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