“ATE es una escuela. Es un
refugio que se multiplica y sale para afuera. Aquí se comprueba lo que decía
José Martí, que cuando hay muchos hombres sin decoro hay siempre otros que
tienen en sí el decoro de muchos hombres. Muchos compañeros de nuestra
organización han sido, a través de nuestra historia, reivindicados incluso
fuera de ATE. Son bandera del movimiento popular”, aseguró Martínez.
El dirigente rosarino
además reflexionó: “Cumplir 90 años nos ayuda a recordar los orígenes. A
recordar ese mito fundacional en el que lo primero que aparece es una asamblea.
Lo primero que aparece es la diversidad. Distintos idiomas, apellidos. A lo
mejor algunos venían de Italia, o de Ucrania o Polonia, y alguno era criollo. Y
la gestación de ATE casi que había empezado antes de su fundación, así como su
historia tampoco terminó cuando se fueron los que la iniciaron”.
“Algunos caminos parecen
largos, pero en ATE la discusión nunca fue sobre cuánto había que recorrer,
sino en todo caso si esos caminos, como muchas canciones populares dicen,
tienen corazón. Si late, si tiene honestidad, dignidad, principios. En nuestra
organización, amasada a mano desde abajo, se siente que el nuestro es un camino
que innegablemente tiene corazón”, cerró el compañero Martínez.