Bajo la consigna `Yo me planto´,
hoy a las 17 realizarán acciones en todas las plazas del país. El 12 de octubre
en tanto, impulsarán una jornada de salud mental y enfermería en la ciudad de
Córdoba. Difundirán, también, un material que problematiza sobre la coyuntura
denominada `Las almas repudian todo encierro´.
En este contexto, el
movimiento nacional se pronunció además contra la decisión del Ministerio de
Salud de la Nación de derogar una resolución del decreto reglamentario de la
ley nacional de salud mental: la 1484, que propiciaba “asegurar el derecho a la
protección de la Salud Mental de todas las personas, y el pleno goce de los
derechos humanos”.
En un documento, el área de Salud del IDEP
denuncia que “la medida sólo busca perpetuar y legitimar el encierro y la
alienación de los pacientes y da cuenta del avance de las corporaciones médicas
que continúan legitimando el modelo manicomial y a las empresas privadas de
salud, enmarcados por un contexto político y económico favorable al capital y
contrario a los trabajadores y usuarios de la salud”.
A la derogación de la resolución suman la
venta de los terrenos estatales del CESAM n° 1 en la ciudad de Buenos Aires, la
aprobación de leyes por patología para medicalizar la niñez, la aprobación del
uso del electroshook en diversos ministerios de salud provinciales y la
designación del médico psiquiatra Andrew Blake como Director Nacional de Salud
Mental y Adicciones, confeso opositor a la ley nacional de Salud Mental cuya
aprobación fue fruto de un proceso colectivo de debate y construcción popular del que ATE fue
protagonista.
“Este
marco legal ofrece una
posible bisagra al paradigma `manicomial´ decisivamente ligado a un concepto de
dominación social, discriminación, violencia y avasallamiento de derechos
humanos”, señalan desde el IDEP.
“La real aplicación de esta ley no sólo permite reestructurar
el sistema de atención de salud mental hacia un modelo digno y respetuoso, sino
que ofrece la oportunidad de aumentar la presencia del Estado a través de
diversos dispositivos que construyen salud en el territorio. Las lógicas de
encierro y segregación generan más sufrimiento y más padecimiento”, agregan.