“La
ley de riesgos del trabajo sancionada en 1995 es un producto neoliberal que se
ha fortalecido durante los últimos 20 años. Un intento de la patronal por
disociar una parte de su responsabilidad económica causa de luchas gremiales y
alimentar, asimismo, la industria del juicio”, caracterizó Eugenio Biafore,
abogado de ATE Córdoba.
Para
el asesor legal, la finalidad del sistema a lo largo de los años ha sido
garantizar la rentabilidad de empresas con fines de lucro encabezadas por las
ART. Sus claves, para ello, fueron reducir las enfermedades y accidentes de
origen laboral resarcibles y la imposibilidad del trabajador de recurrir a los
tribunales civiles.
Biafore
añadió que el diseño de la política más eficaz en el mundo del riesgo del
trabajo, que es la prevención, excluye a los sindicatos. El fenómeno nada
casual, se refleja en que el 97% de los
convenios colectivos firmados durante 2015 no incluyeron nuevas condiciones de
empleo.
La
inclinación del sistema a favor de la rentabilidad empresaria fue también
premisa de Alejandro Rodríguez Arturi, asesor legal del Ministerio de Trabajo
de la provincia de Buenos Aires en el partido de La Matanza. El abogado
ejemplificó que en instancias de conciliación, se han homologado resarcimientos
de accidentes o enfermedades de origen laboral con bienes.
“Si
bien la reforma de 2012 incrementa los montos de resarcimiento, ratifica la
eliminación del fuero laboral a donde puede recaer el trabajador afectado y establece
causantes inmediatos para accidentes o enfermedades derivadas del ámbito
laboral, dando cierre a la jurisprudencia creada por la Corte Suprema renovada
en 2003”, explicó Paula Lozano de la Asociación de Abogados Laboralistas.
Para
la abogada, la propuesta del gobierno macrista de reformar la ley profundiza el
sistema vigente: acota las enfermedades resarcibles y establece baremos, que son
una estandarización de las compensaciones de acuerdo al porcentaje de
discapacidad.
Por
su parte, el Secretario General de la Federación de Obreros Aceiteros y
Desmontadores de la República Argentina, Daniel Yofra, destacó la importancia
de la actitud de las organizaciones sindicales en defensa del trabajador.
“Un
trabajador respaldado verdaderamente por un sindicato puede negarse a realizar
determinado tipo de trabajo, lucha por terminar con la precarización laboral y
pelea por la creación de comités mixtos de seguridad. Nosotros en Aceiteros,
mediante estos mecanismos, hemos logrado reducir los accidentes”, contó Yofra.
A
modo de cierre, el titular del departamento de Condiciones y Medio Ambiente del
Trabajo de ATE, Orestes Galeno, distinguió a la prevención como la política defensiva
por excelencia de los trabajadores.
“Hay
que investigar qué nos enferma, no quién paga el desastre”, sentenció.