La ATE Chaco, a través del secretario General, Mario Bustamante, y el secretario Adjunto, Nery Zalazar, mantuvo una reunión con el presidente del Instituto de Cultura, Francisco Tete Romero. En la misma se analizaron las formas de regularizar la situación de trabajadoras y trabajadores del organismo, tanto precarizados como de planta.
Desde la cartera cultural provincial se encuentran desarrollando un proyecto con dicho fin, que en palabras del titular del ICCH, cuenta con el aval del gobernador de la provincia, Jorge Milton Capitanich. La semana que viene está previsto que la iniciativa siga avanzando por los caminos oficiales para alcanzar su tratamiento.
“En lo que hace estrictamente al personal del Instituto de Cultura el compromiso es trabajar de modo participativo una legislación que aborde la resolución de la situación de precarización en términos de regularización y de carrera cultural, en el marco de la Ley Provincial de Cultura”, sostuvo Romero.
“Dicha normativa deberá reflejar los niveles de complejidad, responsabilidad y autonomía, así como los requisitos de experiencia, formación y capacitación que comporten las funciones y puestos de trabajo respectivos. Asimismo, deberá contemplar la Estabilidad del Empleo Público, la Carrera Profesional, la Capacitación, la Jornada Laboral y la Igualdad de Oportunidades y de Trato entre otros derechos de los Trabajadores del Instituto de Cultura”, agregó.
La intención es que próximamente desde el Instituto de Cultura se convoque a una mesa de trabajo técnica para continuar avanzando en el proyecto y definir las especificaciones de la propuesta legislativa.
“La demanda de regularización laboral de trabajadores y trabajadoras en el ámbito de este organismo es una exigencia histórica de este sindicato. Es algo que le venimos planteando al gobernador desde su primera gestión, porque la situación de precarización en esta cartera se viene arrastrando desde su creación en 2008”, manifestó Bustamante.
Cabe recordar que el último pase a planta en el ICCH fue producto de una medida de fuerza de casi 60 días, llevada adelante por afiliadas y afiliados de ATE Chaco en 2019.