ATE

La semana pasada, Cuellar irrumpió en una manifestación que ATE y atacó al secretario General de la Seccional Castelli de ATE, Luis Sandoval.

El intendente de El Espinillo, Zenón Cuellar, parece no conocer
límites en lo que a atropellos y desconocimiento de derechos se refiere. Ahora,
notificó a Raúl Sandoval, delegado municipal de la ATE Chaco, su baja como
trabajador municipal, violando abiertamente la tutela sindical que establecen
las garantías constitucionales.

Esta semana, los compañeros y compañeras municipales se anoticiaron
que el intendente decidió “dar de baja” a un nuevo grupo de 7 trabajadores que
habían pasado a planta en diciembre de 2019, sumándose a los 19 que ya habían
sido despedidos.

En 2019, el entonces intendente pasó a planta permanente a un grupo de
trabajadores que venían cumpliendo funciones como jornalizados y contratados.
Cuando asume Cuellar, en diciembre, comienza a desconocer ese proceso legal y
administrativo y notifica de las “bajas” de los supuestos contratos hasta un
total de 19 trabajadores. Toda esta situación, agravada por la violación
sistemática de los Decretos de Necesidad y Urgencia que prohibieron la baja de
contratos en todo el territorio nacional.

Violencia y amenazas

La semana pasada, Cuellar irrumpió en una manifestación que ATE estaba
realizando en reclamo de la reincorporación de despedidos sin justa causa, y
atacó al secretario General de la Seccional Castelli de ATE, Luis Sandoval. “Yo
no reconozco a los sindicatos, así que rajá de acá”, disparó el mandatario
comunal. Luego de este hecho de violencia, el secretario General de ATE
Castelli se dirigió a la Comisaria de El Espinillo a dejar asentada la
respectiva denuncia.

Los despidos injustificados, que incluyen tanto a personal de planta
como a contratados y jornalizados, vienen siendo denunciados por ATE Chaco,
quien además expresó su preocupación y solicitó urgente intervención a la
Subsecretaría de Municipios, a cargo de Rodrigo Ocampo. Sin embargo, hasta el momento
no hubo respuesta de ningún tipo, llegando a esta instancia donde un intendente
agrede a un representante sindical, por lo que la violencia física se ve
agravada por la práctica desleal que ejerce este funcionario con sobradas
muestras de autoritarismo.

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