A través de un comunicado de prensa difundido ayer, el
Centro Nacional de Jubilados y Pensionados de ATE (CNJyP) rechazó el empalme, a
la baja, de la Leyes de Movilidad y reclamó el aumento de los mínimos
jubilatorios y el reintegro de la movilidad devengada.
El extenso comunicado, que lleva la firma de la/os
compañera/os Noelia Guzmán (Presidente del CNJyP), Oscar Mengarelli (Vicepresidente
del CNJyP), Luis Maceiros (Secretario de Prensa del CNJyP) y de Olivia Ruíz (Secretaria
de Previsión Social de la CTAA), sostiene íntegramente en sud puntos la
posición del CNJyP de ATE:
1.- Desde hace meses venimos llevando adelante
discusiones, sobre cómo debe llevarse a cabo una verdadera reparación de los
haberes previsionales de nuestros jubilados/as y así, mejorar su calidad de
vida y las de sus familias.
La Comisión Bicameral del Congreso de la Nación, ha
presentado en el Congreso un proyecto de ley que contiene una fórmula de
movilidad, en base a ajustes semestrales, con la variación del 50% de la
evolución de los salarios (RIPTE) y el 50% de recursos tributarios de ANSES La
misma regirá a partir de marzo del año próximo.
En su momento manifestamos que cualquier fórmula de
movilidad NO debe estar subordinada a criterios económicos de sustentabilidad y
a políticas de ajuste.
2.- Ahora entrando en el texto del proyecto vemos con
mucha preocupación su art 6, el proyecto establece que el aumento de 5 puntos
porcentuales otorgados por decreto en diciembre de 2020 será a cuenta de lo que
se otorgara en marzo del próximo año, en base a la nueva fórmula de movilidad,
esto es así "dicen" porque, la nueva fórmula es semestral y, por
tanto, "en marzo se actualizarán los haberes por el periodo de Julio de
2020 a diciembre de 2020.
Manifestamos nuestra total disconformidad con la
Incorporación del articulo 6; pues entendemos que de mantenerse en el texto de la
ley afectaría el carácter progresivo que rige en materia de derechos sociales,
el derecho constitucional a la movilidad jubilatoria y el derecho de propiedad
de los beneficiarlos.
Además, apoyamos nuestra posición en el hecho efectivo
que durante los últimos 5 años los haberes sufrieron una pérdida de valor en
relación a la suba desorbitante del costo de vida.
Por ello consideramos que los puntos que se van a
actualizar en el presente diciembre deben acumularse, no descontarse, con miras
a alcanzar gradualmente la recomposición de haberes tal como se lo merece
nuestros mayores
3- Una vez expresada nuestro rechazo del artículo 6
del proyecto de ley en cuestión, retomamos nuestro propuesta, porque estamos
convencidos que estamos a tiempo de revertir esta inequidad.
Resulta fundamental reparar el daño sufrido en su
movilidad jubilatoria, con una actualización de sus haberes, previa a la
vigencia de la nueva ley de movilidad jubilatoria, que les reintegre lo que en
derecho y justicia les pertenece.
Estamos en un momento bisagra de la humanidad, un
cambio de paradigma, donde tenemos la oportunidad de revalorizar nuestra
relación con nuestros trabajadores/as jubilados/as, siempre tan postergados/as,
abrazarnos con ellos/as y con nosotros/as mismos/as como clase, y dar un salto
cualitativo en la construcción del presente y el futuro de nuestra Nación.
Es nuestro deber enmendar la historia, por lo que
proponemos:
1) Decretar el haber mínimo en la suma de 50.803 pesos
(valor de la canasta básica alimentaria de la tercera edad).
2) Restituir a todos los beneficiarlos lo perdido con
los ajustes por decreto del decreto en curso, 22%
3) Vincular la movilidad jubilatoria a una pauta
salarial, que tenga en cuenta la evolución de la Inflación, que sostenga el
valor adquisitivo de las prestaciones previsionales.
4) Derogar la ley de Reparación “defraudación” Histórica
en: a) el capítulo referido a la armonización “a la baja" de las cajas de
Jubilaciones provinciales no transferidas a la Nación y al Fondo de Garantía de
Sustentabilidad
b) Reemplazar la PUAM por una Asignación Universal a
los mayores de 65 años.
5) Fortalecer el financiamiento del régimen
previsional con el salario de los trabajadores activos (aportes y
contribuciones) e impuestos directos, progresivos y redistributivos.
Aprovechemos este momento histórico y, forjemos un
sistema previsional socialmente justo, que se respalde en un modelo impositivo
más progresivo, basado en la solidaridad.