Durante los días que lleva la protesta, los jóvenes
han denunciado que el gobierno de Mauricio Macri le ordenó a la Policía
Metropolitana ingresar a algunos colegios y varias instituciones educativas
sufren inesperados cortes de luz, agua y gas.
El actual conflicto se inició en 2012 con la
aprobación del Nuevo Sistema de la Escuela Media (NESC), que tiene el objetivo
de aplicar recortes presupuestarios y la destrucción de los planes de estudio,
quitándole validez a los títulos y bajando el nivel educativo.
También se denunció que el presupuesto destinado a
Educación bajó del 28,2% en 2012 al 20,5% en 2015. A esto se suma el recorte en
infraestructura escolar, que pasó del 4,4% al 1,1%, mientras que porcentajes
destinados a escuelas privadas aumentó en un 8%. Los estudiantes
responsabilizan por esta situación tanto el gobierno de la ciudad como al
Ejecutivo nacional.
Ante las intimidaciones que reciben los jóvenes, el
Departamento de Derechos Humanos y el Observatorio de Vulneración de Derechos
de ATE Nacional, se solidarizan con sus reclamos y apoya su lucha por una
educación pública, gratuita e inclusiva.