Los santacruceños estamos sintiendo en carne propia
un ajuste sin precedentes en los lugares gobernados por la coalición Cambiemos:
El Peliche, el Samic, YCRT y el municipio de Las Heras, sintetizan un Gobierno
que descree de la presencia del Estado y de los trabajadores y que apuesta a la
rentabilidad de sus propias empresas, así como al ajuste fiscal impuesto por el
FMI, mientras los changos desfilan vacíos por las góndolas de La Anónima, cuyo
dueño, miembro del Gabinete de Macri, sigue remarcando precios a instancias de
la miseria del pueblo.
Enmarcados en un blindaje mediático como pocas
veces se vio en la Argentina, con el poder económico y judicial como entramado
para cumplir las recetas de Cristine Lagarde, el Gobierno de Macri llevó a la
Argentina a ser el país más endeudado de América Latina, la proporción de la
deuda pública argentina alcanzó el 77,4% del Producto Bruto Interno (PBI) a
mediados del año pasado, cuando en 2015 el porcentaje era del 53,3%.
Deuda cuyos acreedores son los miembros del Gobierno y quienes pagamos
somos todos los argentinos, afrontando tarifazos impagables, el incremento
diario de los precios en los supermercados, la nafta, las prepagas, las obras
sociales, y resignando hasta la posibilidad de un derecho adquirido y básico
como las vacaciones.
En este
sentido los santacruceños no estamos aislados a esa realidad común que se
dispara desde los intereses del imperio estadounidense con Latinoamérica,
imponiendo presidentes títeres, para poder saquear el territorio, e intervenir
las democracias con el único objetivo de adueñarse de nuestros recursos.
Los santacruceños estamos sufriendo la mano negra de esos intereses
espurios en nuestros mineros del carbón despedidos, las trabajadoras del
Peliche burdamente echadas por una gestión que no tiene el mínimo interés de
reflexionar sobre las familias que quedan a la deriva o los niños desplazados
que implican estas medidas.
En Las Heras los trabajadores municipales sufren el deterioro laboral,
la desidia en las condiciones de trabajo y los despidos de manos del intendente
de Cambiemos. José Carambia., Nuestras
mujeres encadenadas simbolizan exactamente la insensibilidad del Gobierno de
Macri y sus representantes en Santa Cruz, Eduardo Costa, quién avala estas
acciones.
Por ello lo/as trabajadore/as estatales y todo el
pueblo santacruceño debemos ser conscientes de quien es quien en la trama
electoral que se viene, como así también aprender a organizarnos y formarnos
para dar la lucha de manera colectiva, único modo de enfrentar a los alfiles
del poder económico en nuestra provincia.
Cuando Mauricio Macri se sentó en el sillón de la Casa Rosada, a los
santacruceños con condenaron al olvido.