El 9 de mayo de 2001, recibía la triste noticia
sobre el fallecimiento del compañero Andrés Framini. Ese día con 86 años,
Framini asistió a un acto de homenaje a Eva Perón, en el local de ATE Nacional, donde
pronunció un discurso y presenció la película Perón, sinfonía del
sentimiento de Leonardo Favio. En esas circunstancias sufrió
un ataque que le causó la muerte inmediata.
Tuve la suerte de conocer a Framini en su casa de toda la vida,
comprada con un préstamo de la Fundación Evita, habiendo ido acompañado
del compañero, colega y amigo Osvaldo Calello, con el fin de entrevistarlo para
nuestro libro “Vandor a Ubaldini” volumen 1.
A partir de aquél momento, Framini fue una fuente de consulta
permanente para otros libros, como los referidos a la Historia de la
ATE, en lo inherente a la relación de los trabajadores del
Estado, la central obrera y los gobiernos, a partir de 1943 en adelante.
El “Negro” Andrés Framini había nacido el 2 de agosto de 1914 en
Berisso, resultando ser el único dirigente obrero argentino que llegó a ser
gobernador de una Provincia (Buenos Aires) e impedido de ocupar el cargo.
Para el glorioso 17 de octubre de 1945 se
desempeñaba como operario de la textil Pittaluga de
Barracas, donde será elegido delegado y llegando a establecer una
estrecha relación político y sindical con Eva Perón.
Será de la primera generación de peronistas “puros”, entrados al
Movimiento en su adolescencia brotando de la propia semilla del Estado de
Bienestar y Participación que supo defender poniéndole el cuerpo
desde el mismo momento del golpe fusilador del 55, cuando se hace a las filas
de la primera Resistencia Peronista.
Recuerdo su refunfuñar al
recordar aquel día trágico “en que me dirigí a la CGT para sumarme
activamente a la defensa del Gobierno y la encontré cerrada. Los compañeros que
decían que darían la vida por Perón, se habían ido a resguardar la suya”.
Supo liderar desde aquel momento la CGT
Auténtica. Fue uno de los desafiantes resistentes del frustrado
alzamiento popular que condujo el general Juan José Valle, que fuera reprimido,
y donde una treintena de civiles y militares fueran fusilados.
Framini fue uno de los inspiradores de la primera
propuesta revolucionaria surgida del Movimiento Obrero y conocida como Programa
de La Falda para la independencia económica, en 1957, resultado del Plenario
Nacional de Delegaciones Regionales de la CGT y las 62 organizaciones. Y en el
Plenario de las 62, llevado a cabo en Huerta Grande, fue el encargado de
pronunciar un discurso fundacional para la consagración del programa
revolucionario que alimentó la lucha democrática del peronismo.
Fue el dirigente obrero en que Perón confiara, en un intento
destinado a eludir la proscripción de la que fuera objeto el peronismo, para
ser candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires. Con una fórmula en
la que él, exiliado en Madrid, lo acompañaría como vice. El fraude de esos años
impidió a Perón integrar esa fórmula, que tuvo que ser completada por Marcos
Anglada.
“Framini-Anglada, Perón en la Rosada” fue la consigna del
partido Unión Popular, que ganó las elecciones con más de 1.170.000
votos, desatando una crisis política que empujó al presidente de la Nación
Arturo Frondizi a anular los comicios. No obstante el mandatario fue derrocado,
y a pesar de ello, el 10 de mayo de 1962, Framini concurrió a asumir su cargo
en medio de una nueva y violenta represión policial.
Fue secretario general de la Asociación Obrera, entre1951-1955 y
1959-1968. Y en dos oportunidades, 1955 y 1961-1963, integró la conducción ejecutiva
de la Confederación General del Trabajo.
En 1974 fue de los creadores, junto al Negro Aguirre
y Babi Molina (ATE), del Partido Peronista Auténtico, con el que,
tras la muerte de Perón, un sector radicalizado del peronismo buscó una forma
de frenar el poder de López Rega en el Partido Justicialista y así representar
a la Juventud del movimiento desde una perspectiva de profundización del
peronismo con una perspectiva hacia el socialismo nacional.
En sus últimos años de vida “El Negro” Framini se dedicó a ser
un exponente del pensamiento nacional en cada casa de los trabajadores que lo
invitara a disertar, y manteniendo abiertas las puertas de su casa a cuento
interesado en “ilustrarse” sobre peronismo lo requiriera.
En 1997 la Cámara de Diputados de la Nación lo distinguió como
uno de los Mayores Notables de la Argentina. Y también fue declarado Ciudadano
Ilustre por el municipio de Berisso. Y por unanimidad, la Cámara de Diputados
de Buenos Aires, lo declaró Ciudadano Ilustre de esa provincia. Y lo más
importante, en 1999 una ley provincial estableció la validez del triunfo
electoral de Andrés Framini, reconociéndole la condición de ex gobernador de la
provincia de Buenos Aires, sin que por ello percibiera ninguna remuneración al
respecto.
Los paradigmas, no mueren; ni se entierran, ni se creman.
Los ejemplos de lucha dignifican la Patria, y se proyectan desde la
memoria. Quien deja la historia en el
pasado, es cómplice en el presente de las clases opresoras.