Este colectivo de mujeres, que a pesar de contar con la
participación de tantas organizaciones, no está monopolizado por ninguna de
ellas, es muy importante porque allí una puede debatir con libertad lo que nos
pasa. De este colectivo salieron muchos de los temas que en este país se han
tratado, como por ejemplo el matrimonio igualitario, o el divorcio, ya hace
muchos años atrás. Son muchos los derechos conseguidos y, como todos los años
se discutieron las problemáticas de la mujer a lo largo y ancho del país, y
debatimos sobre los derechos que todavía no hemos podido alcanzar.
Uno de los más importantes es el Derecho al Aborto Legal,
Seguro y Gratuito. Nuestra CTA Autónoma, siendo parte de la campaña, ya ha
presentado junto a otras organizaciones seis veces en los últimos doce años el
anteproyecto de ley de ‘Educación Sexual para no concebir, anticonceptivos para
no abortar, aborto legal para no morir’ para que el Congreso de la Nación
legisle sobre el tema del aborto. Pero este es un tema que los legisladores no
se atreven, no quieren o no pueden tratar por los compromisos que deben tener.
Mientras tanto, el aborto ilegal se lleva la vida de más de 600 mujeres por año
(datos reconocidos por el Ministro de Salud del anterior Gobierno).
La única Central de Trabajadoras que participó
institucionalmente del Encuentro fue la nuestra, la CTA Autónoma. La presencia
de compañeras de nuestra organización de todos los rincones del país fue mucho
más masiva que el año pasado. Había representando compañeras de Tucumán, Jujuy,
Formosa, Misiones, Entre Ríos, Corrientes, San Juan, San Luis, Provincia de
Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, La Pampa, Chubut, Río
Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Nuestra columna de compañeras detrás de
la bandera de la CTA Autónoma el domingo fue más que importante.
Una compañera muerta
cada 30 horas
Mientras participábamos del Encuentro en Rosario, recibimos
la bofetada de una noticia terrible: Lucía, una chica de 16 años de Mar del
Plata, fue drogada, violada y vejada, para luego arrojarla como si fuera un
perro, un objeto, a la puerta de un hospital, donde falleció. Y dos femicidios
más en Mendoza. Esto sucedió también al año pasado en Mar del Plata: Mientras
debatíamos en el Encuentro, dos nuevos femicidios.
Sólo en los primeros 20 días del mes de octubre de este año,
se registraron 19 femicidios. En los últimos años hubo un promedio de 280
muertes de compañeras (según datos de la Casa del Encuentro). En un informe de
la Corte Suprema de Justicia de la Nación se manifiesta que durante 2015 hubo
235 femicidios (la diferencia entre los datos responde a que en algunos casos
de femicidios el victimario también se quita la vida, por eso no hay causas
donde actuara la Justicia). Las mujeres
tenían entre 16 y 60 años. El 29 por ciento de los asesinos eran allegados de
las víctimas. Más de 203 niños, niñas y adolescentes pasarán el resto de sus
vidas sin sus madres.
Y los gobiernos miran para un costado. No actúan, no
legislan o no invierten los fondos necesarios para aplicar la Ley 26.485, que
fue una normativa de avanzada sancionada en el 2009, pero que no tiene
presupuesto. Por culpa de esos gobiernos indiferentes, no se articulan las herramientas necesarias para que, por ejemplo, una mujer
que es violentada por su pareja, sobre todo si tiene hijos pequeños, no deba
volver al hogar donde es violentada luego de hacer una denuncia por violencia.
Es importante que, hasta que el victimario sea controlado por el Estado, la
víctima tenga un amparo.
Para subsidiar a las grandes corporaciones multinacionales y
que vengan al país a extraer riquezas (las mineras, por ejemplo), el actual
Gobierno de Macri sí tiene dinero, pero para ayudar a las mujeres, que están
siendo asesinadas, los fondos no aparecen. Lo que falta es voluntad política.
Marchando bajo la
lluvia por el fin de los femicidios
Lo que pasó el miércoles 19 de octubre fue muy importante.
Veníamos de este Encuentro Nacional de Mujeres con una movilización y un debate
en comisiones que fueron muy importantes, y encontrarnos con más compañeras
muertas de la forma más atroz nos hizo reaccionar rápidamente. Esto fue
producto del ‘Ni Una Menos’ que empezó el año pasado y que este año se volvió a
repetir.
A pesar del mal clima, fue espectacular la reacción de miles
y miles de compañeras y compañeros saliendo a la calle para decir “¡Basta de
matar a nuestras mujeres!”. Hubo una reacción inmediata por parte de todos, que
sirve para mostrarle a las claras al Poder Judicial y al Gobierno que se nos
está acabando la paciencia. Alguien tiene que hacer algo. Nosotros vamos a
seguir estando en la calle porque no podemos permitir que maten ni a una sola
mujer más. Todas somos valiosas, todas tenemos un proyecto de vida, todas
tenemos un futuro. Queremos vivir con plenos derechos sobre nuestras vidas,
sobre nuestros cuerpos.
ATE y la CTA Autónoma demostraron estar a la altura de las
circunstancias, convocando a todas las compañeras y todos los compañeros del
país a parar por una hora y a marchar luego en la Capital Federal bajo la
lluvia para expresar el repudio a la violencia de género.
Plenario Nacional de
Mujeres Trabajadoras
El pasado 21 de septiembre nos reunimos más de 160
trabajadoras afiliadas de ATE y la CTA Autónoma de todo el país para definir
los lineamientos de nuestras luchas por los derechos que las mujeres
necesitamos conquistar como trabajadoras, como las guarderías y las licencias
por paternidad. Nuestras compañeras reclaman muy fuertemente el tema de la
equidad en el armado de las listas para las elecciones internas de nuestras
organizaciones. No queremos que sólo se respete el cupo con el 30 por ciento,
sino que pretendemos que el porcentaje de representatividad sea mayor y con
cargos más jerárquicos.
Acordamos además seguir trabajando con el poder legislativo
para la sanción del anteproyecto presentado por las mujeres de ATE por una
licencia especial por violencia de género, que este 25 de noviembre deja de
tener estado parlamentario. Sancionar esta norma lograría paliar un poco el
tormento de las compañeras que vienen sufriendo maltrato y violencia, que hoy
sólo pueden tener licencia si sacan una carpeta psiquiátrica. No estamos locas,
somos víctimas de violencia.
También se definió en este plenario avanzar en la
erradicación de violencias laborales y sindicales. Se han presentado varios
casos de violencia entre pares que no estamos dispuestas a ocultar, para que de
una vez por todas se termine el abuso de poder entre nosotros. No descansaremos
hasta que cada Consejo Directivo Provincial, cada Seccional y cada Junta
Interna de nuestro sindicato tengan su Departamento de Igualdad de Género. Ya
hemos comenzado a realizar jornadas de formación feminista en Capital Federal y
en la Provincia de Buenos Aires, y ahora apuntamos a llevarlas a cabo en el
todo el país.
Fue un año clave para las mujeres afiliadas en ATE.
Comenzamos el 8 de marzo planteando que despedían a nuestras mujeres. La
mayoría de los despidos ocurridos en el Estado este año en nuestro país
tuvieron nombre de mujer. Consecuencia de esto fueron las muertes de varias
compañeras, jefas de familia en la mayoría de los casos, ocurridas ante la
violencia que ejerció el Gobierno sobre ellas. Un ejemplo es el del caso de
Melisa Bogari, que falleció en pleno conflicto con funcionarios del INTA,
sector donde trabajaba.
Seguramente para el próximo 25 de noviembre, ‘Día
Internacional de la NO VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES’, con el resto de las
organizaciones de mujeres, y nuestra Central estaremos en la calle avivando la
llama que hemos sabido encender y que es cada vez más grande para que, de una
vez por todas, se reconozcan los derechos a las mujeres que nos faltan
conquistar.
Como dice la Marcha Mundial de Mujeres (MMM): LAS MUJERES
SEGUIREMOS MARCHANDO HASTA QUE TODAS SEAMOS LIBRES.