Será Ley: A un año de la vigilia histórica
Hace un año el Senado votó por el aborto
clandestino. 38 senadores y senadoras son responsables de la muerte de mujeres
y niñas, y de las infancias que son interrumpidas por la violación y la
maternidad forzada, como consecuencia de la no aprobación del proyecto de ley
de Interrupción Voluntaria del Embarazo, elaborado y presentado por la Campaña
por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Son responsables de legitimar la
clandestinidad del aborto, que produjo más muertes y consecuencias graves en mujeres
y niñas, sobre las cuales ni siquiera contamos con cifras reales dado que los
subregistros ocultan la magnitud de la ausencia de la ley.
La hipocresía sostenida por responsables
políticos, grupos, sectores y cultos fundamentalistas, ponen una barrera que
limita el acceso a derechos igualitarios para que mujeres puedan decidir sobre
sus cuerpos y deseos, donde la Educación Sexual Integral es obligatoria desde
2006, y sin embargo la mayoría de ellos, ellas y elles son privados de la
información y la decisión sobre sus vidas.
Esta hipocresía provoca también que cada
tres horas, una niña de entre 10 y 14 años se convierta en madre, truncando con
el derecho que tiene a gozar de su niñez. Produjo también el brutal
padecimiento de la niña tucumana violada a la que el sistema de salud
provincial no le garantizó oportunamente su legal derecho a la Interrupción
Voluntaria del Embarazo y judicializó a los profesionales que accedieron a
cumplir con la ley vigente y terminar con su largo suplicio.
Produjo una brutal reducción en políticas
públicas, y pérdidas de derechos como es el caso de la salud, la degradación de
un ministerio esencial a rango de secretaría, produjo una brutal deducción
presupuestaria en políticas públicas. Sin embargo, la marea verde no tiene
vuelta atrás, seguimos construyendo un presente y un futuro de autonomía y
equidad de género, sin violencias, sustentadas en estrategias organizativas en
cada territorio y cada una de nuestras organizaciones, y fortaleciendo la
construcción de nuestros derechos en instancias como la Campaña por el Aborto
Legal, Seguro y Gratuito.
Ese 8 de agosto fue y sigue siendo
histórico, movilizadas y movilizades en todo el país, garantizando el
autocuidado en una de las movilizaciones populares más grandes de la historia,
mientras seguimos orgullosamente construyendo esa historia.
Ese 8 de agosto desde la CTA Autónoma
renovamos nuestra conducción en las urnas -como ayer en ATE, desde la Verde
Anusate-, renovando además nuestro compromiso en la calle, desde la clase
trabajadora, en la construcción de derechos para nuestro pueblo y de defensa de
los derechos de mujeres y colectivo LGTTBIQ, para terminar con todo tipo de
violencia y de limitaciones a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.
Ese 8 de agosto marcó a fuego en las y los
jóvenes y niñas, que el triunfo está ahí a un paso, si construimos organización
en la diversidad y el respeto, priorizando la lucha por los derechos por sobre
las diferencias.
Desde la CTA-A formamos parte de esa marea
que crece, de la presentación por octava vez del Proyecto de Ley de la Campaña
y, en el marco de las elecciones, le exigimos también a las y los candidatos el
compromiso de que el aborto sea ley.
A un año de esa jornada seguimos en lucha
por más derechos, construyendo ámbitos de unidad en la acción con otras
organizaciones y centrales sindicales; en tanto que en nuestra organización
avanzamos en herramientas para terminar con todos los tipos de violencias.
Por el derecho a decidir sobre nuestros
cuerpos y nuestras vidas, seguiremos luchando en las calles.
Educación sexual para decidir;
anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
Niñas, no madres.