Como tradicionalmente realiza todos los años, el Colectivo de Salud Mental contra la Violencia de Estado realizó el homenaje a los 30 mil desaparecidos del genocidio perpetrado por la dictadura cívico-militar plantando tres árboles y bajo la consigna ‘la memoria está en la calle’.
Se trató de un sentido y emotivo acto que tuvo como maestro de ceremonias al compañero Martín Cagnani, médico psiquiatra e integrante del Departamento de Cultura de ATE Córdoba.
Fueron muchos los y las compañeras que acompañaron la actividad, que va creciendo año a año, y que en esta ocasión contó con la presencia de la secretaria de Prensa de ATE Córdoba, Julia Giuliani, y el cuerpo de delegados de la ‘manzana del Neuro’, que incluye el Hospital Neuropsiquiátrico, la Casa del Joven y el IPAD. Además estuvieron el Colectivo Abracadabra, Leila Paryszewki, esposa de Guillermo Paryszewki -trabajador desaparecido el Ministerio de Trabajo-, integrantes de la asociación de usuario de salud mental Confluir, el compañero de FADEA Lucas Arse, residentes del Servicio de Residencia Interdisciplinaria de la Provincia, la afiliada de ATE y trabajadora de salud mental Yamila Reviglio, la delegada del Hospital de Niños, Virginia Lázaro, así como integrantes de los departamentos de Psicología y de Rehabilitación del Neuropsiquiátrico.
“Nos volvemos a convocar para recordar aquellos días tan dolorosos, evocando a quienes no están y seguir luchando por la verdad y la justicia. Agradecer a los presentes que podemos hacer un cuerpo colectivo”, celebró Cagnani.
Los tres árboles se suman a otros que tantos que van conformando un bosquecito en la plazoleta ubicada en Concepción Arenales esquina Américo Vespucio de barrio Juniors. Jóvenes y niños aportaron su esfuerzo para instalar las plantas, que crecerán -ambos- para continuar dando testimonio de lo que ha sucedido en aquellos años duros, como comentó Cagnani.
“Quiero agradecer a los presentes que podemos conformar un cuerpo colectivo para poder atravesar esas aguas dolorosas, abrazarnos y relanzar la esperanza con los niños presentes. Es muy emocionante el efecto que produce el encuentro de nuestros cuerpos y nuestras almas en estos momentos, de los que no están y los que si están entre nosotros”, dijo Cagnani.
“Esos niños presentes año a año los convocamos a plantar un nuevo árbol. Para que ellos sean los encargados de continuar y seguir teniendo viva esta memoria”, finalizó, no sin antes convocar a la marcha del 24 de marzo que se realizará el próximo jueves, concentrando en la esquina de Colón y Cañada.