Mientras el Ministro degradado a
Secretario de Cultura, Pablo Avelluto, se jactó de haber despedido 1.600
compañerxs y relativizó el hambre producto de las políticas económicas del
gobierno al cual pertenece, el Museo
Nacional de Arte Decorativo convoca a voluntarixs para
cubrir áreas en Museología y Extensión Cultural.
Basados en la Ley Nacional Nº
25.855/04 y de la Ciudad Nº 2.579/07 con sus modificatorios, promueven como
dice el texto “la participación solidaria de los ciudadanos en el seno de la
comunidad”, trabajando de martes a domingos un mínimo de 4 horas, a cambio de
“capacitación”.
En su artículo 4º, la ley establece
que “la prestación de servicios por parte del voluntario no podrá reemplazar al
trabajo remunerado y se presume ajena al ámbito de la relación laboral y de la
previsión social. Debe tener, carácter gratuito, sin perjuicio del derecho al
reembolso previsto en el artículo 6°, inciso e) de la presente ley”. Es decir
que dichas prestaciones no son gratuitas para el estado, sino que implican
erogaciones diversas, no sólo en gastos por viáticos y seguros, sino en tiempo
y trámites administrativos que son pagados con los impuestos de lxs
contribuyentes.
Esta búsqueda, a primera vista
encomiable, se plantea como una política cultural proveniente de la misma
administración que desarticuló durante estos 4 años, bajo las demandas del
Ministerio de Modernización y con la complicidad y anuencia de la Dirección de
Patrimonio, la Dirección de Museos y su brazo ejecutor, la Dirección de
Recursos humanos, las dotaciones del personal de todos los museos e
instituciones centralizadas, descentralizadas y dependientes de Cultura.
Frente a estas arbitrariedades la
Junta Interna de ATE- Cultura emitió un comunicado de prensa donde sostiene lo
siguiente: “la misma administración que desprecia y ningunea al personal
profesional y no profesional de las instituciones, pagándoles al 70 % de ellos,
sueldos que no alcanzan a satisfacer la canasta básica de CABA, condenándonos a
la pobreza.
La misma administración que tiene
monotributistas y contratos precarizados, cuyos montos apenas alcanzan la línea
de indigencia, y que son además presionados para cumplir horarios y exigencias
por sueldos miserables.
La misma administración que
sub-ejecuta año a año los presupuestos que sistemáticamente pide realizar a las
instituciones, sólo para justificar el trabajo de lxs burócratas que deben
hacer bien sus tareas ante el Gobierno central, ya que sólo otorgan, con suerte,
entre el 5 % y 10 % de lo solicitado.
La misma administración que tiene sus
edificios abandonados, que deja el patrimonio edilicio en ruinas por falta de
mantenimiento y que no puede garantizar las condiciones mínimas necesarias de
seguridad, de materiales y herramientas para que el personal que se desempeña
actualmente, pueda desarrollar sus tareas.
La misma administración que recorta
horas extras y que ha suspendido por decreto el ingreso de personal a la APN”.
En consecuencia, la
Junta Interna de ATE- Cultura no puede más que repudiar estas conductas que “con
la complicidad de algunxs directorxs afines a este régimen, vuelven a pisotear
a lxs trabajadorxs de Museos y de la Secretaría en su conjunto, colaborando y
promocionando aún más la precarización laboral de la que somos objeto”.